Alrededor de 30.000 clientes de Iberdrola se encontraban sin luz a primeras horas de la noche de ayer debido a las fuertes rachas de viento, que alcanzaron un pico de 228 kilómetros por hora hacia las 21.30 en Urduña. El puerto de montaña de esta localidad quedó cerrado al tráfico al registrarse incidentes por las rachas huracanadas.

La intensidad del viento causó la caída de ramas de árboles sobre las líneas de conducción eléctrica y la rotura de crucetas. El territorio más afectado fue Gipuzkoa, donde se quedaron sin suministro unos 20.000 clientes, sobre todo de las zonas de Aretxabaleta, Azkoitia, Beasain, Legazpi y Urretxu. En Bizkaia quedaron afectados unos 10.000 abonados, en Balmaseda, Karrantza y Galdakao. En Nafarroa también hubo cortes de suministro en la zona de Bera, y a las 21.15 también se fue la luz en el centro de Iruñea.

Los medios de transporte resultaron asimismo muy afectados porque se tomaron medidas preventivas antes de la llegada de la ciclogénesis explosiva. Así, se prohibió la circulación de camiones desde las 15.00 de ayer hasta las 15.00 de hoy; Renfe y FEVE interrumpieron la circulación ferroviaria desde las 16.00, y EuskoTren dejó sin servicio el Funicular de Larreineta. El tramo ferroviario entre Mendaro y Deba sufrió un corte por la caída de un árbol.

Además, el temporal de viento provocó la cancelación de cinco vuelos con salida o llegada en aeropuertos vascos, y otros dos se tuvieron que desviar desde Loiu a Foronda y desde Hondarribia a Iruñea.

En capitales como Donostia y Gasteiz los ayuntamientos decidieron suspender los servicios municipales de transporte por autobús, cerraron al público el acceso a los parques y recomendaron no sacar las basuras hasta que haya pasado el temporal.

Por su parte, el Ayuntamiento de Bilbo suspendió las actividades extraescolares y deportivas de todos los centros educativos, así como mercadillos y otras actividades al aire libre. Del mismo modo, quedaron cerrados todos los centros cívicos y centros municipales de jubilados.

Varios incendios

El viento también hizo que varios incendios alcanzasen considerables dimensiones. Uno de ellos se produjo en el monte Artxanda, en Bilbo, causado al parecer por la quema de rastrojos. Otro, en una zona boscosa del barrio de Oleta, en el término municipal de Urruña. Otro más en una zona de monte bajo que obligó a cortar el acceso de Pasaia a Jaizkibel, y pasadas las diez de la noche todavía seguía activo el incendio originado en Beasain como consecuencia de la caída de varios cables del tendido eléctrico.

Junto a ello, desde primeras horas de la tarde se sucedieron numerosos incidentes. Sobre las 15.00 una grúa de construcción cayó sobre un edificio de viviendas de Abaltzisketa y los vecinos hubieron de ser desalojados, sin que llegaran a producirse daños personales. El derrumbe de esa grúa también causó desperfectos en la cubierta de un frontón próximo. El polideportivo de Armiñon sufrió daños importantes. En Areatza la caída de tres árboles cortó la carretera N-240, mientras que en Lekunberri el viento derribó una gran señal cerca de la carretera NA-130 a pesar de que estaba sujeta con grandes bloques de hormigón. Hoy amainará el temporal y se levantará la alerta roja.