El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, consideró ayer imprudente colocar a Irán contra la pared por su programa nuclear, poco después de que la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, de visita en Brasil, pidiera ayuda al país para detener los planes nucleares iraníes.

«No es prudente colocar a Irán contra la pared. Lo que es prudente es establecer relaciones con ese país. Quiero para Irán lo mismo que quiero para Brasil: que pueda usar la energía nuclear para fines pacíficos», afirmó el mandatario en declaraciones a periodistas.

«Si Irán está de acuerdo con eso, tendrá el apoyo de Brasil, pero si va más allá de eso, estará contra lo previsto en la Constitución brasileña y no podemos estar de acuerdo», agregó Lula al ser interrogado sobre las sanciones a Irán defendidas por varios países, principalmente EEUU.

Lula hizo sus declaraciones poco después de que Hillary Clinton, de visita ayer en Brasil, pidiera, durante su encuentro con el presidente del Senado brasileño, José Sarney, la intervención de las autoridades brasileñas para combatir la proliferación de armas y los esfuerzos de Irán para desarrollar armas nucleares.

Hillary Clinton, que tenía previsto reunirse con Da Silva ayer por la tarde, pretendía abordar el tema de Irán en la conversación que tendrá con el canciller brasileño, Celso Amorim.

Lula dijo que cualquier petición que Clinton quiera hace sobre Irán deberá presentársela a Amorim, ya que se trata de negociaciones entre ministros de Relaciones Exteriores.

Otro rumbo

Sobre las posibles presiones, aseguró que «Brasil entiende que es posible construir otro rumbo mediante el diálogo».

Agregó que «si hay un país que puede darle lección al mundo sobre comportamiento de paz ése es Brasil. Aquí no sólo defendemos la paz sino que la ejercemos».