La escudería americana USF1 confirmó ayer que no participará en el Campeonato de Fórmula Uno de 2010 por falta de tiempo y de medios, por lo que desea prorrogar su compromiso para la temporada 2011. «Nuestros empleados no tienen nada que hacer, por lo tanto les pedimos que detengan el trabajo sobre el coche actual hasta que tengamos una respuesta de la FIA», indicó su dueño, Ken Anderson. Stefan GP, un equipo serbio que adquirió los monoplazas construidos por Toyota antes de su retirada de la Fórmula 1, se postula como sucesor de la escudería americana.