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Este viernes se estrenan dos películas del veterano actor

Jeff Bridges vive el mejor momento de su carrera

Jeff Bridges se encuentra en la plenitud, en esa edad en la que empiezan a llegar los grandes premios. Es el favorito al Óscar de Mejor Actor por su papel de viejo cantante country en «Corazón rebelde», tras haber ganado el Globo de Oro y el Premio del Sindicato de Actores con un papel hecho a su medida, ya que canta tan bien como actúa.

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Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

E l retraso en el estreno de «Corazón rebelde», película ampliamente comentada ya en estas páginas, ha sido provocado por la distribuidora para coincidir con el fin de semana en que se entregan los Óscar. Tal es el convencimiento de que Jeff Bridges va a ganar, que los distribuidores de «Los hombres que miraban fijamente a las cabras» también pensaron lo mismo y, a su vez, retrasaron este otro estreno para hoy, día 5. He ahí la razón por la que coinciden en cartelera dos películas protagonizadas por Jeff Bridges, aunque igualmente el doblete es una prueba del buen momento que está viviendo el veterano actor. Está lanzado y vuelve a colaborar con los Coen, que fueron los que le rescataron a finales de los 90 con «El gran Lebowski», en el remake del western clásico «Valor de ley». Pero es que además se prepara la continuación de «Tron», película que en 1982 situó al actor como icono del cine futurista, al tratarse de un título que revolucionó el campo de los efectos visuales y abrió las puertas a la realidad virtual en el cine.

Pocos actores podrán presumir de poder conciliar a lo largo de su filmografía lo viejo y lo nuevo, algo que Jeff Bridges, sin embargo, logra con aparente facilidad, gracias a esa dualidad entre eterno joven y tipo maduro. Para hacer de una u otra cosa le basta con simples toques en su aspecto, y así lucía tan bien como terrible villano en la película de superhéroes «Iron Man», caracterización para la que simplemente le bastó con afeitarse la cabeza. Una imagen que ayuda de paso a reforzar de nuevo la que presenta en «Corazón rebelde», una vez que le ha vuelto a crecer el pelo hasta dejarse una larga melena de artista country a lo Willie Nelson.

Sin barba y con barba

Buñuel simplificaba tanto el oficio de actor en el cine, que llegó a decir que para interpretar ante una cámara solamente hacían falta dos expresiones: sonriente o serio. En el caso de Jeff Bridges, las tipologías que suele encarnar podrían resumirse en sus interpretaciones sin barba o con barba.

La de afeitarse o no afeitarse es una costumbre variable que responde siempre a las exigencias del guión, pero puede considerarse que cuando sale a cara descubierta es una reminiscencia de su etapa imberbe o de juventud. Como quiera que lleva actuando profesionalmente cuarenta años, aunque realmente lo lleva haciendo los sesenta años de su vida por ser hijo de actores (Lloyd Bridges y Dorothy Dean Simpson), su carrera se presta a ser dividida en dos grandes etapas de veinte años cada una. El ciclo de las dos primeras décadas de los 70 y 80 está marcado por la influencia del maestro Peter Bogdanovich, que fue quien le descubrió en «The Last Picture Show». Debido a que en 1990 Bogdanovich hizo una continuación de aquella adaptación de la novela de Larry McMurtry, la misma historia sirve para mostrar a un Jeff Bridges inicialmente veinteañero convertido para la segunda entrega en cuarentón. Al terminar una etapa con «Texasville», el actor se encontró en una encrucijada de difícil resolución, sin terminar de decidirse sobre su imagen futura, tal como revelaba la barba incipiente con la que se le puede ver en «El rey pescador». Fueron los Coen los que le sacaron del atolladero, potenciando en «El gran Lebowski» esa pinta de viejo hippy con la que se le ha identificado tanto en los últimos años.

Cabría citar una tercera dimensión actoral en Jeff Brigdes relacionada con su vida familiar, y que divulgó la película «Los fabulosos Baker Boys», que sirvió para recordar que su hermano mayor Beau Bridges es otro gran actor y que juntos podían formar una pareja arrolladora. Además, fue un título que sacó a relucir la vena musical de Jeff, siempre pegado a su guitarra en los descansos de los rodajes. Ha sido una actividad que ha mantenido al nivel de una afición privada, hasta que en el 2000 publicó un disco en solitario que sorprendió por su calidad. Está claro que de haberle ido mal como actor tendría en la música un refugio seguro, pero al final ambas trayectorias se han encontrado en «Corazón rebelde», donde no necesita de dobles para cantar como lo haría el propio Willie Nelson.

El mayor reconocimiento que se le podía hacer en esa doble faceta viene dado por el hecho de que no sólo está nominado por la película al Óscar como Mejor Actor, sino que también lo está por la canción «The Weary Kind», un tema compuesto entre el responsable de la banda sonora T-Bone Burnett y un cantautor de última generación llamado Ryan Bingham. Lo mejor de todo es que Jeff Bridges canta el tema con más sentimiento que el propio Bingham, lo que se puede comprobar comparando las versiones de ambos en YouTube.

Después de haber sido nominado en cuatro ocasiones, parece que a Jeff Bridges le ha llegado la hora de hacerse con la estatuilla dorada con todo merecimiento y el permiso de sus rivales en esta edición de los Óscar: George Clooney y Colin Firth.

Estreno

Título Original: «Crazy Heart».

Dirección: Scott Cooper.

Guión: Scoot Cooper, sobre una novela de Thomas Cobb.

Intérpretes: Jeff Bridges, Maggie Gyllenhaal, Robert Duvall, James Keane.

Música: T-Bone Burnett y Stephen Bruton.

País: EE.UU., 2009.

Duración: 112 minutos.

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