Los mentalistas del ejército yanqui
«Los hombres que miraban fijamente a las cabras»
George Clooney cede la dirección a su socio y amigo Grant Heslov en esta sátira política, basada en los estudios del periodista inglés Jon Ronson sobre los experimentos del Ejército norteamericano y la creación de unidades especiales para la aplicación bélica de los poderes mentales.
Mikel INSAUSTI | DONOSTIA
George Clooney y Grant Heslov compraron a través de su productora Smoke House los derechos del libro «The Men Who Stare at Goats» (Los hombres que miraban fijamente a las cabras), una novela de ficción inspirada, a su vez, en los testimonios reales recogidos por el periodista inglés Jon Ronson para la serie documental de Channel Four «The Crazy Rules of the World». Aunque todo el material es fruto de una investigación seria, por increíble que pueda llegar a parecer, Clooney y Heslov decidieron convertirlo en una comedia cinematográfica, una alocada sátira política.
La escritura del guión adaptado se la encargaron a Peter Straughan, quien tuvo la idea, entre otras muchas ocurrencias disparatadas de acuerdo con el absurdo que rodea a la historia, de incluir continuas referencias a la filosofía Jedi de «La guerra de las galaxias», así como al cómic de superhéroes «Watchmen», del que toma el tono abiertamente paródico con respecto al ejército y sus combatientes condecorados en la campaña de Irak.
Como unas cabras
«Los hombres que miraban fijamente a las cabras» es una película que permite a George Clooney conciliar el humor gamberro que le caracteriza, cuando se junta con su grupo de amigos a lo Frank Sinatra, con la ideología progresista que le hace involucrarse como productor en proyectos políticamente comprometidos.
Pero aunque se tome a broma el tema de la utilización de los poderes mentales por parte de las autoridades militares de los Estados Unidos, no es menos cierto que en esta comedia bélica subyace el interesante tema del carácter sectario que puede llegar a tener modas de pensamiento como la New Age. En el fondo no resulta tan descabellado pasar de los comportamientos de una secta a los del ejército, en cuanto que ambos obedecen a un control psicológico sobre el individuo y sus actos, al objeto de anular totalmente su voluntad.
La crítica y el público norteamericanos se han divertido con las extravagancias de la película, pero reconociendo que el reparto se lo ha tenido que pasar mucho mejor durante el rodaje. Es el peligro que tienen estas producciones en las que el humor se produce por contagio, al ver que los actores están disfrutando de lo lindo en unos papeles tan delirantes. Como el de Jeff Bridges, que es el fundador hippy de esa unidad especial bautizada con el nombre de Ejército de la Nueva Tierra.
Una serie de fracasos, entre los que cabe destacar el remake de «Solaris», llevaron a Steven Soderbergh y George Clooney a disolver la sociedad que mantenían dentro de su productora Section Eight. El actor pasa entonces a asociarse con su amigo Grant Heslov, un actor que ahora produce, escribe y dirige. La nueva productora que han formado se llama Smoke House.
Con su compañía, Heslov y Clooney se dedican a comprar todo tipo de proyectos, para luego repartirse las tareas, dado que Clooney ahora también escribe y dirige además de actuar. Entre ambos manejan, que se sepa, una decena de proyectos a rodarse en los próximos tres años. Algunos de ellos ya empiezan a sonar con fuerza, la mayoría por su signo políticamente comprometido, siguiendo la línea crítica que tan buenos resultados les dió con «Buenas noches, y buena suerte».
En «Hamdan contra Rumsfeld» abordarán el juicio homónimo; en «Escape from Teheran», la crisis de la Embajada de los EE.UU. en Irán de 1979; y en «Our Brand is Crisis», las elecciones bolivianas del 2002.M.I.