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«Desde el lado artístico no veíamos que pudiéramos crecer como músicos»

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Juan Carlos Pérez

Músico, ex líder de Itoiz

Hace más de quince años que Juan Carlos Pérez comenzó su maridaje con la música clásica, aunque combinando su nueva devoción con la creación discos de pop. En 2009 le surgió la posibilidad de convertir en sinfónicas algunas composiciones de Itoiz, propuesta que aceptó encantado.

Pablo CABEZA | BILBO

La historia musical de Juan Carlos Perez gira alrededor de las calles de Mutriku, Bilbo, Sopela... y, finalmente, de Azpeitia, donde reside desde hace años. Itoiz tuvieron fortuna en toda Euskal Herria, pero Bizkaia siempre fue su fortín, llegando a completar el aforo del Pabellón de Deportes de la Casilla cuando los aficionados se podían colocar unos encima de otros o dos en el mismo asiento, no como ahora con tanta seguridad. Además, sus componentes hacían vida en el botxo, a excepción de los últimos guitarras solistas Xaby Pery y Jean Mary Ecay, de Ipar Euskal Herria.

El primer recuerdo de Juan Carlos intimando con la escena clásica nos llega a mediados de los noventa en una sencilla habitación, situada en Bilbo Zaharra, con un teclado (y no una guitarra) como elemento principal del espacio, símbolo del cambio personal que se estaba produciendo. En realidad, teniendo en cuenta los dos primeros discos de Itoiz, tampoco extraña la derivación musical, pues del progresivo o el sinfónico no parece descabellado (aunque no es habitual) que se termine entre los palos de una batuta. De hecho, no es solamente el vocalista de Itoiz quien se inclina por el mundo de la clásica, sino también su bajista, Foisis, quien toca violoncelo, precisamente, en Bilbao Orkestra Sinfonikoa, que es, a la par, la orquesta que reinterpreta la visión sinfónica que Perez ha creado de las canciones seleccionadas del repertorio de Itoiz.

Itoiz se disuelve cuando aún vivía un buen momento de popularidad. ¿Ha variado su pensamiento sobre por qué se rompe y si fue el momento oportuno?

Itoiz se disolvió por necesidad. La única razón para que siguiera habría sido de tipo profesional. Desde el punto de vista artístico no veíamos que pudiéramos crecer como músicos. Nuestra trayectoria musical había comenzado en una época, la del rock progresivo, con más libertad para hacer cosas. Al final nos encontrábamos en una línea más convencional, que no nos llenaba tanto. Así que era el momento idóneo para dejarlo y coger otros caminos.

¿El tiempo en el que reside en Alde Zaharra fue el comienzo de su preocupación por otras formas musicales, como la clásica?

Desde siempre he tenido preocupación por otras formas musicales; de hecho, antes del rock estaba la música, en cualquiera de sus facetas. Lo que pasa es que con dieciséis años y en aquella época era demasiado fuerte la atracción de aquél entonces joven y fresco movimiento del rock de los 70, que te posibilitaba de inmediato dar rienda suelta a tus fantasías. Era una cosa excitante montar un grupo, comprar un instrumental, una furgoneta, etc. Tenías una responsabilidad.

¿Un músico de pop/rock (como creo que lo era usted en la época de Itoiz) e inquieto, termina buscando más allá del pop, como lo hicieron Elvis Costello o Joe Jackson?

Son músicos que admiro, como otros. Lo que pasa es que estos también han tenido sus incursiones en el mundo de la música clásica y quizá por eso los nombras. No hay muchos casos, pero los hay, aunque no creo que haya una relación lógica entre el pop como tú dices tú y otras formas. Sí lo veo más entre los músicos que hacíamos rock progresivo, porque su filosofía tenía una vocación de «música seria».

Le vi en directo hace tiempo en Elorrio y para mí el repertorio fue pop (al margen de los temas que tocó de Itoiz) con toques de jazz. ¿Clásica, jazz... son los caminos de un músico que quiere ser culto?

Yo no quiero ser un músico culto. Simplemente voy llegando a los sitios, a veces lugares comunes, e intento interpretar esos lugares a mi manera, con mi bagaje de experiencias. No más.

Muchos creen que la música clásica es un estadio superior a las demás vertientes. Incluso en lo espiritual.

La música clásica no es un estado superior y espiritual más que otros. Es una evolución de la música desde hace siglos que ha desarrollado un gesto propio y una manera de expresar peculiar y reconocible. Sin embargo, también está sufriendo sus cambios. Es un mundo en ebullición y tiene mucha vida por delante. Yo diría que tiene una profundidad de campo tal en su visión de los temas que hace más grande el abanico de posibilidades de expresión. En su clasicidad hay una gran libertad. Eso, para un músico, es un regalo.

Y ahora qué compone: ¿Canciones de autor pendientes de colorear con el estilo pertinente o partituras clásicas?

Ahora estoy más centrado en el mundo de la composición. Un camino que inicié allá por 1997 con mi cuarteto de cuerda. Aunque de vez en cuando hago algún bolo en directo con las canciones de mis discos.

¿Quién le convence para «retocar» a Itoiz en sinfónico? ¿Cuánto tiempo llevó el proyecto?

La historia de «Itoiz suite» surge desde la BOS, que, para los conciertos que suele dar al aire libre en las fiestas de Bilbao, pensó que era una buena idea tocar la música de Itoiz adaptada para la plantilla de una orquesta sinfónica. Cosas parecidas ya se habían hecho con adaptaciones de grupos de rock de nuestra época: Who, Pink Floyd, Led Zeppelín, etc... Así que me pareció perfecto reescribir la música que tan bien conocía e intentar llevarla a otro lugar nuevo, pero sin perder la esencia de su filosofía. Siempre he tenido en mente al público de Itoiz, sobre todo al de la primera época. No quería defraudar su ilusión. Además, me gustaba la idea porque tenía que ser una música escrita y pensada para tocarse al aire libre, en un marco festivo. Me llevó un año y medio de trabajo.

¿Y la elección de temas?

Había algunos que eran obligados: «Lau teilatu», «Hegal egiten», «Marea gora»... porque fueron los más conocidos por la gente. Y luego había otros que eran fundamentales en la trayectoria de Itoiz: «Ezekiel», «Foisis Jauna»... No me costó mucho elegirlos.

Ficha

Fecha: Jueves 11 de marzo.

Grupo: Bilbao Orkestra Sinfonikoa. «Itoiz suite».

Lugar: Teatro Arriaga de Bilbo.

Hora: 20.00 horas.

Precio: 30/25/20/16/12 euros.

Filosofía

«La historia de `Itoiz suite' surge desde la BOS. Me pareció buena idea reescribir la música que tan bien conocía e intentar llevarla a otro lugar nuevo, pero siempre sin perder la esencia de su filosofía»

ITOIZ progresivos

«Nuestra trayectoria había comenzado con el rock progresivo, con más libertad para hacer cosas. Al final nos encontrábamos en una línea más convencional, que no nos llenaba tanto»

El legendario «Lau teilatu» no pierde vigencia

Cuando una canción sobresale en exceso de todo el repertorio de un grupo, suele terminar quemada («Hotel California», «Escalera al cielo», «Still loving you», «Sultan of swings»...), produciendo hastío tanto entre los aficionados (fans) como entre el propio grupo. Sin embargo, no es el caso de la popular y cromática «Lau teilatu», tantas y tantas veces radiada, versioneada en disco y en plazas de verano, ya que unos y otros siguen necesitándola.

«'Lau teilatu' es una canción que tiene algo. Dice Foisis -explica Juan Carlos Pérez-, que la clave de su éxito radica en su estructura cíclica, que envuelve e hipnotiza. Cuando me puse a orquestarla me basé en la versión original y me sorprendí de lo bien construida que estaba. Todo camina fácil. Luego, como era tan conocida y tan versioneada, traté de hacer una evocación de `Lau teilatu' en el tiempo. En realidad, hice una versión más. Y me quedé con la sensación de que ahí no se agota, que tiene aún muchas versiones posibles». Y una versión más llegará el próximo jueves 11 al Teatro Arriaga de Bilbo, donde «Itoiz suite» tomará una sonoridad muy diferente a la ofrecida al aire libre en Aste Nagusia.P. C.

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