Las otras recetas alemanas para Grecia
En vísperas de la reunión que hoy mantendrán la canciller alemana Angela Merkel y el primer ministro griego, Yorgos Papandreu, dos diputados conservadores pertenecientes a la coalición que gobierna en Alemania ofrecieron al país heleno, gratis et amore, la receta mágica para que pueda salir de la difícil situación económica en la que se encuentra: vender algunas de sus miles de islas, edificios históricos y obras de arte para reducir su deuda. Escuchada en una conversación de taberna, con dos generosas cervezas por medio, la idea no pasaría de astracanada con fracasadas intenciones cómicas. Sin embargo, en boca de dos miembros electos del Bundestag, y publicada en el influyente diario «Bild», la payasada adquiere categoría de serio insulto. Los autores de estas declaraciones representan a un sector político y financiero que presiona a Merkel para que niegue cualquier tipo de ayuda al Gobierno griego, y que considera a Grecia (y a otros países en situación económica similar) como una peligrosa rémora para el sistema euro, con la que no conviene tener miramientos. Este tipo de conductas que pueden parecer estrambóticas también dejan traslucir la marejada de fondo: las cuestiones clave sobre el euro, y sobre la economía de la UE, no se toman en Bruselas. En esta ocasión, el centro de decisiones está en Berlín.