Caja Laboral Baskonia se jugará su pase a cuartos de final en la última jornada del Top 16. Ese último partido enfrentará en Zurbano a los de Dusko Ivanovic ante la Cibona de Zagreb, equipo que también apurará sus escasas opciones de superar esta segunda liguilla. Al mismo tiempo, el Khimki de Sergio Scariolo se jugará sus bazas en Moscú ante el Olympiacos. Las diferencias de los marcadores pueden dictar sentencia a la hora de clasificar a unos y dejar en la cuneta a otros.

Esto es lo único positivo que se puede sacar del partido de ayer entre Olympiacos y el cuadro baskonista. Después de un primer cuarto primoroso y de, a pesar de los pesares, llegar vivo en el marcador al descanso, los hombres de Dusko Ivanovic naufragaron de forma sonrojante ante la escuadra del Pireo.

Si en ataque Teletovic lució como casi siempre -a lo que añadió 9 rebotes-, y jugadores como San Emeterio o English también presentaron unos número aseados, la defensa de los baskonistas fue un mal chiste. Sólo Stanko Barac peleó y dio solidez a su equipo, pero las faltas lo lastraron, y con Barac en el banquillo, la zona gasteiztarra pasó a ser una recepción con canapés para los invitados. Schortsianitis, que realizó un gran trabajo de zapa, bien que lo agradeció, y no digamos ya Vujcic, que se dio su primer festín anotador en tres años.

22 pérdidas de balón

Si los interiores baskonistas, sin Barac, no defendieron ni a su sombra, la actuación de los bases fue casi peor. A pesar del solvente inicio de Ribas, en un primer cuarto en el que el Baskonia acribilló a su rival con seis triples, la cosa se torcía conforme Ivanovic rotaba a sus tres directores sin orden ni concierto; tampoco es que ninguno de los tres atinara a dirigir.

Mientras, la defensa helena apretaba -muy bien Beverley y Penn-, los tiros que entraban en los primeros minutos dejaron de hacerlo, y como el rebote siempre fue griego, la sangría de canastas fáciles en el aro gasteiztarra fue impresionante. A todo ello hay que añadir una colección de balones perdidos -22 en total- para que Teodosic, Kleiza y especialmente Childress entraran en juego y se pasara del 22-29 del primer cuarto al 49-45 del descanso.

Aún se podía luchar, pero Olympiacos ya había metido el turbo. Con un parcial de 15-0 -nuevo show de canastas fáciles y balones tontamente perdidos- los de Giannakis pusieron punto final al partido, de modo que los 10 últimos minutos sólo sirvieron para adornar las estadísticas. Afortunadamente, el Baskonia sólo perdió de 17, de modo que los alaveses mantienen algo de renta respecto al Khimki en el average general.