Aberekin busca futuras generaciones de vacas y toros sin cuernos
La empresa Aberekin del Parque Tecnológico de Zamudio ha iniciado una investigación en la que pretende controlar genéticamente a toros y vacas. El objetivo de dicho estudio es que en las próximas generaciones puedan nacer vacas y toros descornados.GARA |
«Amputar los cuernos es una técnica habitual dentro del ganado de leche. Es una técnica normal dentro de las rutinas de trabajo de una granja. Semanalmente, se coge a los terneritos recién nacidos y se procede a la cauterización de los cuernos», explica Carlos Ugarte, miembro de la empresa Aberekin.
El descornado es una práctica que se realiza para facilitar el trabajo del ganadero, ya que son comunes los accidentes por cornada. También se evitan así los enfrentamientos entre los animales. No es algo novedoso; se trata de una práctica habitual entre los ganaderos. Se realiza en el 90 % de los animales destinados a la producción de leche. Sin embargo, no se emplea tanto en el ganado destinado a carne. Sólo un 10% de estos animales son descornados, ya que, al vivir al aire libre, los ganaderos consideran que sin cuernos los dejan desprotegidos.
La empresa Aberekin lleva a cabo, entre otras, una serie de investigaciones para que los bovinos nazcan sin cuernos. Para ello, obtiene el semen de toro mejorado genéticamente; es decir, de entre todos los ejemplares de la granja eligen a aquellos que cumplan las mejores condiciones genéticas. Extraen el semen, y lo analizan en el laboratorio. El semen se congela, se diluye y se prepara par su posterior análisis genético. El objetivo, en este caso, es analizar el ADN del animal. Esos análisis se llevan a cabo en el laboratorio del Servicio de Genómica de la UPV. A través del análisis de ciertos marcadores genéticos del ADN, consiguen identificar las características de los animales; en este caso, si tienen o no cuernos. Después, el semen se usa para inseminar a las vacas.
Primeros ejemplares, en otoño
«Las primeras inseminaciones las hemos realizado a partir de un semental de la raza limousina, y yo me imagino que los primeros ejemplares estarán en el campo en otoño del 2010», explica Carlos Ugarte.
«El objetivo -prosigue- es continuar seleccionando sementales que transmitan el gen sin cuernos para incluir su genética en la población, y aumentar el porcentaje de terneros nacidos sin cuernos. Con un trabajo a diez o doce años, se podría alcanzar el 50 % de nacimientos acornes». Pero este objetivo de selección no es único, ya que los caracteres relacionados con la producción cárnica tienen mucha importancia, y, por lo tanto, «no podemos dejar de usar toros buenos en caracteres de valor económico, aunque transmitan cuernos», tranquiliza Carlos Ugarte.