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Un colectivo en marcha por todo el planeta

Durante la jornada de hoy miles de mujeres alzarán su voz para exigir el respeto a sus derechos. Una revindicación que también dejará huella en la geografía vasca y es que desde hoy hasta el sábado la tercera edición de la Marcha Mundial de Mujeres visita nuestro país con un programa repleto.

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Oihana LLORENTE

Ha llovido mucho desde que en 1995 el movimiento de mujeres de Quebec protagonizara una marcha para denunciar la pobreza y la violencia que sufren, bajo el expresivo lema de «Pan y rosas». Pero quince años no han pasado en vano, y la Marcha Mundial de Mujeres, que nació como consecuencia de aquella movi- lización de Quebec, celebra estos días su tercera edición recorriendo la geografía de muy diversos paises del planeta de manera simultánea. Y entre ellos se encuentra Euskal Herria.

Iruñea verá partir la marcha a las 19.30 y, tras ser testigo de las reivindicaciones feministas de todo el país, la iniciativa volverá el sábado a la capital navarra para ser despedida hasta un lustro más tarde.

Elena García, Izaskun Guarrotxena e Itziar Lopategi conocen de primera mano los pormenores de esta movilización mundial, y es que les ha tocado trabajar duro para conseguir primero el reconocimiento de la realidad nacional de Euskal Herria y dinamizar después el transcurso de las marchas.

García, integrante de la Asamblea de Mujeres de Bizkaia, rememora como hace una década les llegó esta idea vía internet. Puntualiza que aunque ahora parezca algo de los más habitual, la posibilidad de realizar entonces una gran acción feminista de manera coordinada a escala mundial «parecía magia».

El apoyo recabado por la manifestación de Quebec animó a sus impulsoras a expresar en la IV Conferencia Mundial de las Mujeres de Beijing el deseo de realizar una marcha por todo el planeta. Deseo que se materializó con la llegada del nuevo milenio.

Lopategi recalca que las nuevas tecnolo- gías jugaron un papel determinante para el desarrollo de la marcha; «Se pusieron en marcha mecanismos que posibilitaban la comunicación y la participación a través de redes», recuerda la integrante de LAB.

Aquella primera edición no nos visitó, pero el movimiento feminista vasco no perdió la oportunidad de activar e implicar a las mujeres de Euskal Herria, para lo que convocó una manifestación nacional y logró más de 20.000 postales de adhesión a los objetivos de la marcha.

Con el objetivo marcado de participar como pueblo en la marcha del 2005, las representantes de Euskal Herria comenzaron a participar en las reuniones internacionales a partir del 2003. Guarrotxena recuerda cómo solicitaron en el Foro Social desarrollado ese mismo año en París que Euskal Herria fuera considerada en igualdad de condiciones que el resto de naciones. «No hubo ningún problema, y gracias a ello podemos hacer eco de nuestra situación en todo el mundo», aclara orgullosa.

«Éxito». Esa es la palabra empleada por las tres mujeres para valorar el paso por nuestra geografía de la segunda edición de la Marcha Mundial de las Mujeres, y es que en la misma participaron alrededor de 10.000 mujeres de todos los territorios vascos. Para García supuso «un subidón de energía». «Recoger en Karrantza el relevo -que en aquella ocasión fue la manta de patchwork y la Carta Mundial de los Derechos de las Mujeres- de las manos de las compañeras de Galiza y entregarlo en Marsella a la coordinación del Estado francés, saber que tu cachito de patchwork sigue el viaje por el planeta y que llegará a Burkina Faso... es la bomba», sentencia.

Las tres fueron testigas de cómo se fueron articulando diferentes reivindicaciones de mil formas por todo el país. García va más allá y considera la marcha como «un referente en cuanto a luchas feministas». «Es un punto y aparte, es saber que esto que estamos haciendo y a lo que dedicamos tanto esfuerzo, tiene un sentido más allá de nuestra geografía», explica.

Aunque para Guarrotxena aquella experiencia también fue «muy importante», tanto a nivel personal como político, puntualiza que no todo fue un camino de rosas y reconoce que la organización no resultó nada fácil. «Eramos muchos grupos y cada uno quería trabajar de una forma distinta, pero conseguimos un consenso y una armonía. Acordamos los contenidos y las acciones y lo demás fue saliendo», recuerda.

El paso de la marcha, además de un sinfín de emotivos momentos, afianzó la relaciones entre las diferentes redes feministas del país con la consolidación de la Plataforma de Euskal Herria para la Marcha Mundial de las Mujeres. Esta estructura, que a juicio de García «permite intercambiar ideas y propuestas», parió, tras un arduo trabajo de debate y consenso, la Carta de Euskal Herria de los Derechos de la Mujer.

Lopategi denuncia que «hasta ese instante los derechos de la mujer como tal no habían ni siquiera existido» y critica que las fórmulas clásicas, «además de ningunear a las mujeres con términos como los Derechos del Hombre, han excluido y restringido los derechos de la mujer». Ante estas denuncias la Carta nació, según recuerda, con voluntad de ser un instrumento que recogiera los derechos y unificara las reivindicaciones de las mujeres del país.

A juicio de Guarrotxena, la Ccarta que vio la luz en febrero de 2008 es reflejo de «la realidad de las mujeres en Euskal Herria y de los derechos que aún no son una realidad». Pero las tres están de acuerdo en que con empeño y con movilizaciones como la que partirá esta tarde desde Iruñea se lograrán estos derechos vulnerados. «`2010 arrazoi martxan jartzeko», que es lema de esta edición, quiere reflejar que «a este mundo le falta mucho para que merezca la pena vivir de verdad, pero, con la lucha feminista, es posible creer y crear uno diferente», resume García.

Del Patchwork a un mural que se convertirá en vestido

La marcha dejará su huella en todos los pueblos por donde pase a través de la elaboración de murales en esos puntos. Además de reivindicar el respeto a los derechos de la mujer, serán fotografiados y estas imágenes se entregarán a la llegada de la marcha. Tras reunir todas las fotografías, con ellas se confeccionará un tejido y luego un traje que vestirá a la Caminante de Euskal Herria, figura que representará a nuestro país en octubre, en la Acción Internacional de la Marcha Mundial que se celebrará en el Congo.

Son más de medio centenar los agentes que están participando activamente en las plataformas creadas pueblo a pueblo o que han mostrando su adhesión a la misma. Entre ellos están sindicatos como ELA, LAB o CCOO o grupos de mujeres de todo tipo.

Ejes de la marcha: seis días de reivindicación

1. La violencia contra las mujeres, de la que se recalca que supone una de las vulneraciones de derechos humanos más grave y extendida en nuestra sociedad.

2. Los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres no están garantizados. Nuestra sexualidad sigue estando encorsetada por múltiples mandatos de género.

3. La precariedad sigue teniendo rostro de mujer. Continuamos con un modelo económico neoliberal y patriarcal basado en la división sexual del trabajo.

4. La soberanía alimentaria es otra de las reivindicaciones de esta Marcha Mundial. Consagra el derecho de los pueblos a definir sus políticas agrarias y alimentarias.

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