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SAN MAMÉS Triunfo rojiblanco

El Athletic se ajusta al plan y suma la quinta

Dos goles de Toquero permiten al Athletic sumar su quinto triunfo consecutivo en San Mamés, ante un Valladolid tan bien intencionado como inofensivo. El equipo se mantiene a un punto de la sexta plaza.

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ATHLETIC 2

VALLADOLID 0

Amaia U. LASAGABASTER

Objetivo cumplido. El Athletic consiguió su quinta victoria consecutiva en San Mamés, sin necesidad de desmelenarse y dejando la puerta a cero.

Se ajusta así al plan con el que pretende regresar a la Europa League y que, como insisten los rojiblancos, pasa en buena medida por los números de la Catedral. De momento se sitúan en los 40 puntos y salvan una jornada que, con las victorias de Deportivo y Mallorca, podría haber desinflado el ánimo en caso de tropiezo ampliando la desventaja a los cuatro puntos. Incluso esa cuarta plaza de la que le ha dado por hablar a Joaquín Caparrós en las últimas semanas se encuentra sólo a tiro de un partido.

Poco más se puede pedir. En teoría. Porque en la práctica sí dio la sensación de que a los rojiblancos les faltó algo -¿calma?, ¿ambición?, ¿frescura?- para redondear lo que podía haber sido una fiesta, ante un Valladolid que pelea casi exclusivamente a base de buenas intenciones. Que Fernando Llorente se retirase, sin terciar problemas físicos, con media hora de partido por delante, da buena cuenta de lo poquito que imponían los pucelanos. Casualmente fue a partir de ese momento cuando más lo hicieron, pero de nuevo sus intenciones superaron por mucho su rendimiento.

Lo mismo había sucedido en el primer tramo del partido. Ante la dicotomía de intentar mantener el tipo ante un rival imbatible en su campo en los últimos tiempos y lanzarse en busca del triunfo que tanto necesita, el Valladolid optó por lo segundo. Pero la ambición no da puntos si se combina con la inocencia de los atacantes pucelanos. Y sí los quita cuando lo hace con la de sus defensas. Porque si a Manucho y compañía les falta afilar los dientes, sus compañeros de la zaga son directamente como monjitas de la caridad.

Como Atila

Así que agotados los bríos iniciales del cuadro blanquivioleta y tras una fase anodina, el Athletic sólo necesitó tres ocasiones para sentenciar el partido. La primera fue el aviso, con una falta botada por Gabilondo, que Llorente cabeceó a gol y que Justo Villar envió a córner tirando de reflejos. Pero el Valladolid se sentía en las jugadas de estrategia como los ciudadanos de Constantinopla ante la llegada de los hunos. Con una diferencia, que las murallas de la capital bizantina aguantaron y las del cuadro pucelano no. En ese mismo saque de esquina llegaba el primer gol. Botado de nuevo por Gabilondo, fue esta vez la cabeza de Gaizka Toquero la que envió el balón a las redes.

Diez minutos más tarde -y sólo cuatro después de que Markel Susaeta enviara una ocasión clarísima a las nubes, después de haber hecho lo más difícil-, el gasteiztarra se ratificaba como el hombre del partido, al recoger un balón peinado por Llorente para batir a Justo Villar. Sobra decir cuál fue la banda sonora que acompañó el partido en los minutos posteriores.

Con el Valladolid totalmente noqueado, los bilbainos buscaron la goleada y ni siquiera el descanso acabó con sus intenciones. El tercero, de hecho, debió haber llegado a los ocho minutos de la reanudación, cuando Llorente cabeceaba a gol una falta -de nuevo bien botada por Gabilondo-. No lo hizo por error del asistente de Mateu Lahoz, que se despistó con el fuera de juego de Toquero y lo trasladó a su compañero.

Una lástima porque, probablemente, el 3-0 habría evitado cierta sensación de inquietud que, pese a la inofensividad del Valladolid, estuvo presente hasta el final. Y es que los hombres de Onésimo Sánchez fueron fieles a su carácter, se rehicieron, intentaron tener y mover la pelota y, aún conscientes de que la sentencia podía llegar con cualquier contragolpe -o en estrategia, como la falta de Gabilondo que forzó la estirada de Justo Villar-, buscaron la portería de Gorka Iraizoz.

Con más insistencia, afortunadamente, que resultado tangible. Sólo un disparo de Medunjani desde la frontal y una salida en falso de Iraizoz que no pudo aprovechar Manucho estuvieron a punto de complicar la fiesta rojiblanca.

«No ha sido un buen partido, pero estoy contento por los jugadores y los puntos»

Los árboles no ocultaron el bosque, pero tampoco restaron satisfacción por su presencia. O lo que es lo mismo, Joaquín Caparrós y sus hombres reconocieron que el de ayer no fue su mejor partido, pero se felicitaron por tres puntos que les mantienen muy vivos en la pelea por posiciones europeas.

«Hemos sido muy superiores, no sólo por los dos goles, pero no hemos hecho un buen partido -reconoció Caparrós-. Era un partido peligroso, un partido trampa, porque no estábamos bien posicionados. Menos mal que hemos metido pronto y luego ha llegado el segundo, porque hemos estado espesitos. Sobre todo en el segundo tiempo, cuando teníamos que haber intentado combinar un poco más, porque era peligroso y si te marcan un gol...».

Pero por encima de un partido flojillo, el técnico destacaba la importancia de la victoria, «que nos hace tener cuarenta puntos. Estamos a tres del cuarto puesto y ahora nos toca hacer bueno este triunfo el sábado que viene. Lo dijimos del punto de Sevilla, lo hemos hecho y ahora tenemos que intentar hacer lo mismo», aseguró Caparrós, muy «contento con los futbolistas, que son los que han conseguido, entre todos, estos 40 puntos». Y que le permiten seguir marcando objetivos ambiciosos, como la Liga de Campeones de la que ha empezado a hablar. «Hoy por hoy creo que no es discutible -insistió-. Lo que pasa es que en el fútbol vale el aquí y el ahora. Y nuestro aquí y ahora es ése, lo que pasa es que quedan dos meses. Así que hay que ir partido a partido, pero con la mentalidad de que podemos ganar a cualquiera y en cualquier campo. Y siendo ambiciosos cien por cien y con una meta. Tenemos ahí al Sevilla, que a principio de temporada parecía que hablar de algo así era cosa de locos; pero estamos en la jornada 25 y les tenemos ahí. Hay que valorar el esfuerzo de todos los componentes de la plantilla, que han llegado a esos 40 puntos con ambición».

Contentos, pero algo más comedidos, se mostraban los jugadores. Pablo Orbaiz sí reconocía que «la clasificación no engaña y a día de hoy estamos a un partido del cuarto puesto, aunque con el golaverage en contra, y está claro que vamos a luchar por todo». Pero también recordaba que «todavía quedan muchos puntos en juego». Por eso le cuesta más que a su técnico hablar de la Champions League. «Queda un tercio de la Liga y creo que todavía tenemos que hacer muchísimas cosas bien. Estamos donde estamos por méritos propios y vamos a luchar por todos los objetivos, incluídos los más ambiciosos, pero lo que nos va a dar frutos es pensar partido a partido porque todavía queda mucho», insistió el navarro. A.U.L.

Toquero ya dobla los goles del año pasado

Los dos goles de Gaizka Toquero supusieron los tres puntos para el Athletic y también que el gasteiztarra doblara sus goles de la temporada pasada. Entonces anotó tres, en veinte partidos de Liga y seis de Copa. Ahora ya lleva seis. Curiosamente, todos los ha anotado en Liga y en San Mamés.

150 partidos en Primera para David López

Sólo estuvo dos minutos sobre el césped, pero le bastaron para cumplir su 150º encuentro en Primera. David López debutó en la máxima categoría con Osasuna, con el que disputó 78 partidos. Con la camiseta del Athletic, al que llegó hace tres temporadas, ha disputado los 72 restantes, además de 11 de Copa, 1 de Supercopa y 6 de la Europa League.

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