El reto que se planteó Batera hace unos meses ha tenido, a decir de sus portavoces, tal respuesta en cuanto a la organización y apoyos recibidos que, «de por sí, puede considerarse ya como un éxito». Así lo manifestaron varios miembros de la plataforma ayer, en Baiona, al anunciar que el 91,54% de los cerca de 207.000 electores podrán expresar su opinión sobre la oportunidad de crear una «colectividad territorial propia» para Lapurdi, Nafarroa Behera y Zuberoa.

La consulta se celebrará el 14 de marzo, coincidiendo con la primera vuelta de las elecciones regionales. El 21 de marzo, fecha de la segunda vuelta, también instalarán mesas en las localidades en que se haya realizado laconsulta sobre el proyecto de la nueva línea del TAV de Lapurdi para que no haya interferencias entre ambas cuestiones.

Daniel Oltzomendi, alcalde de Izura, y la concejala de Baiona Martine Bisauta subrayaron que el hecho de que 90 alcaldes y tanta gente apoye y trabaje para que se desarrolle esta consulta popular, «sin precedentes ni en el País Vasco ni en el Estado», demuestra que la cuestión de la institucionalización «es de actualidad y muy pertinente en un momento en el que se prepara la reforma de las colectividades locales».

La última de Rey

Jean-René Etchegaray, jurista y edil bayonés, informó de la última misiva que el prefecto Philippe Rey ha enviado a todos los alcaldes del departamento de los Pirineos Atlánticos el pasado 1 de marzo. Desmontó uno por uno los argumentos del prefecto «que menciona desde el principio la posibilidad de vulnerar la Constitución cuando, precisamente, el derecho de los ciudadanos a manifestar su opinión está recogida en la misma».

Tanto él como la primera edil de Ezpeleta, Gracie Florence, que dijo que «esta carta tiene un tono menos agresivo» que la primera, se preguntaron «¿de qué tiene miedo el prefecto?, ¿de la democracia?», y manifestaron su deseo de que «la tercera carta sea para felicitarnos».

Los portavoces de Batera incidieron en que la consulta es «un ejercicio de democracia participativa» y «no va contra nada ni contra nadie». Garantizaron que se celebrará «por supuesto, sin injerencias ni presiones» hacia los que vayan a votar para elegir a los consejeros de Aquitania.

Las mesas donde podrán expresarse los electores se instalarán en las cercanías de los colegios electorales, pero bien señaladas para que no haya ninguna confusión posible. Batera se servirá del censo electoral y sólo podrán participar los que figuren en el mismo. Los extranjeros sin derecho a voto podrán expresar su apoyo en un cuaderno aparte, pero éstos no serán contabilizados.