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La escapada de un chaval de Zornotza finaliza felizmente

La localización por parte de la Ertzaintza, a las 16.30, del niño de Zornotza Iker Etxebarria Espiña, de 12 años, acabó ayer con la incertidumbre que desde la noche del lunes embargaba a su familia tras su desaparición voluntaria. Durante unas horas, efectivos de emergencias y voluntarios trataron de dar con el paradero del chaval que apareció finalmente sano y salvo.

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A las 16.30 de ayer terminó la «aventura» de Iker Etxebarria Espiña, un chaval de 12 años, que desapareció el lunes cuando volvía de clases de inglés y se dirigía a su casa en el centro de Zornotza. La familia, que agradeció a los efectivos de emergencias y a unos 300 voluntarios su implicación en la localización del menor, destacó que el protagonista de la escapada estaba hambriento, cansado y sólo quería volver a casa tras las bajas temperaturas que soportó de madrugada.

«Se ha movilizado toda la gente y (el niño) ha aparecido en menos de 24 horas. Está en casa, hambriento. De parte de la familia gracias a todos, a las instituciones que han puesto todos los medios», señaló Jorge Espiña en rueda de prensa, para añadir que la familia quiere descansar con el niño, ya que llevaban desde la 21.00 del lunes buscándole, «sin comer y sin dormir».

El niño pasó la noche refugiado en una borda de pastores, según relató él mismo a los ertzainas que lo encontraron en una pista forestal del barrio Elorriaga, en Lemoa, a unos cinco kilómetros de su domicilio, acabando así con la incertidumbre que embargaba a su familia y a la localidad vizcaina.

Gracias a las imágenes y datos

El hallazgo fue posible gracias a los datos e imágenes facilitados por los medios de comunicación, lo que hizo que los vecinos de Elorriaga avisaran a la Policía autonómica que, durante toda la jornada de ayer, recibió un aluvión de llamadas.

La familia Etxebarria Espiña denunció en la noche del lunes la desaparición del niño de 12 años, después de comprobar que no llegaba a casa después de asistir a clase de inglés en una academia próxima a la vivienda familiar. Según explicó un tío del niño, el menor salió de clase sobre las 20.30 junto a dos compañeros que «le dejaron a 200 metros de casa en una calle peatonal de Amorebieta, iluminada y con comercios».

Sus padres, que le esperaban sobre las 20.45 en casa, comenzaron a ponerse en contacto con los amigos del menor cinco minutos después y, posteriormente, presentaron la pertinente denuncia, tras lo cual se estableció el protocolo habitual para este tipo de casos.

Efectivos de la Ertzaintza, Policía Municipal, Cruz Roja y DYA, coordinados por un técnico de la Dirección de Atención de Emergencias del Ejecutivo de Lakua, trabajaron desde la noche del lunes en la búsqueda sin resultados en ese tiempo. Además de por tierra, un equipo de buzos rastreó el río Ibaizabal y un helicóptero sobrevoló Zornotza y sus alrededores.

AGRADECIMIENTO

«Queremos descansar, que el chaval se calme y hablar con él», explicó Jorge Espiña, tío del menor, que agradeció a instituciones y voluntarios el apoyo.

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