El candidato a la Presidencia colombiana por el oficialista Partido Social de Unidad Nacional (Partido de la U), el ex ministro de Defensa Juan Manuel Santos, renovó ayer su voluntad de seguir el legado de Álvaro Uribe.

Santos recibió el lunes el apoyo de su partido y oficializó así su candidatura en las elecciones del 30 de mayo, una vez descartada la posibilidad de que Uribe opte a una segunda reelección.

En declaraciones a Caracol Radio, Santos dijo ayer que ya ha empezado a trabajar en su programa de gobierno para «atacar el desempleo y la pobreza», tras la consolidación de la estrategia «antiterrorista» del actual presidente, la llamada Política de Seguridad Democrática.

También durante su discurso de aceptación de la candidatura, el lunes, Santos se comprometió a mejorar su inmensa obra y legado». Aseguró que tras consolidar la Política de Seguridad Democrática su «compromiso ahora será extender la prosperidad democrática hasta el último rincón» del país.

Ayer insistió en que «Uribe nos deja un maravilloso legado sobre el que hay que construir, pero este país tiene grandes desafíos que tenemos que afrontar», aseguró. Entre esos retos, adelantó que se centrará en «todo lo que tenga que ver con el avance social».

Santos, durante cuyo mandato como ministro de Defensa se asestaron duros golpes militares a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), habló «de darle continuidad a las políticas de Estado implementadas por Uribe».

Para el ex ministro, el país está en un momento crucial en la historia, en el que es necesario o bien seguir por la senda del progreso o bien «arriesgarse a cambiar de rumbo y estancarnos o, lo que sería peor, echar para atrás».

Su popularidad entre la ciudadanía por sus operaciones contra las FARC, le ha situado como el favorito para ganar los comicios con un 23% de apoyo, según la última encuesta de intención de voto publicada.

Pese a ser el candidato con más posibilidades, de lograr ese porcentaje de votos no podría hacerse con la Presidencia en la primera vuelta del 30 de mayo y sería necesario una segunda ronda, prevista para el 20 de junio.

Santos deberá aplicar todas sus habilidades en campaña, en la que tendrá que lidiar con su gran talón de Aquiles, que son los «falsos positivos», escándalo que se refiere a la ejecución de civiles por parte de las fuerzas de seguridad y del Ejército y su presentación como guerrilleros muertos en combate para recibir beneficios o recompensas. Buena parte de esos casos, de los que casi 2.000 están siendo investigados por la Fiscalía, se dieron durante su gestión como ministro de Defensa.