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Un año más en el banquillo de San Mamés

Y comieron perdices

Fernando García Macua y Joaquín Caparrós hacen oficial la renovación del técnico hasta el 30 de junio de 2011.

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Amaia U. LASAGABASTER

Hasta que las elecciones, o los resultados, les separen. Fernando García Macua y Joaquín Caparrós escenificaron ayer el, por ahora, último capítulo de su historia de amor, que se prolongará hasta el 30 de junio de 2011.

En medio de una gran expectación, aunque hacía días que se daba por seguro este desenlace de las negociaciones, presidente y técnico comparecieron en la sala de prensa de Ibaigane para explicar los detalles de su acuerdo. Que resultaba «grato y de especial satisfacción» para García Macua porque «hace dos años y medio, cuando hicimos la presentación de Joaquín en San Mamés, dije que esperábamos trabajo, constancia, sentido del club..., y que estuviera con nosotros muchos años después de los vaivenes de los años anteriores. Hablamos de un año para salir de la espiral en la que ha-bíamos entrado, un segundo para consolidar el proyecto y un tercero para empezar a crecer. Y parece como si esa quiniela la hubiésemos echado este mismo lunes porque ese guión se ha cumplido». De ahí que el acuerdo fuera «fácil, porque ambas partes queríamos alcanzarlo».

Lo corroboró Joaquín Caparrós, para el que supone «una gran satisfacción renovar por un club tan importante e histórico, y en un mundo tan complicado como el del fútbol», y que afrontará esa cuarta temporada en el banquillo «con más ilusión si cabe que cuando llegué». En su opinión, «lo cómodo era no seguir y que el que venga por detrás arree. Pero yo no miro eso, sino las posibilidades del equipo y cómo se está trabajando, desde la base hasta la Junta Directiva».

Satisfacciones y una espinita

En los dos años y medio que han transcurrido desde su llegada a Bilbo, el técnico destaca que «el Athletic me ha dado mucho, sobre todo la satisfacción de estar tres años en un club como éste. Pasaré a la historia como entrenador del Athletic y nadie me va a quitar que he estado tres años en el banquillo de San Mamés. Estar aquí me ha dado satisfacciones tremendas y eso me ha hecho no dudarlo», explicó Caparrós, que también admite tener alguna espinita clavada. Sobre todo, la final de Copa perdida frente al Barcelona. «Ya que se había llegado a una final después de tantos años, me habría gustado ganarla. No tanto a título personal, sino por haber podido dar esa satisfacción a la gente».

El hecho de haberla disputado, sin embargo, supone uno de los escalones de la progresión que está protagonizando el equipo y a la que Caparrós confía en dar continuidad. «El próximo reto es intentar volver a Europa, porque hemos probado y nos ha gustado. Es muy, muy difícil, pero vamos a poner todos los medios para conseguirlo. Creo en las posibilidades del equipo, en el crecimiento. Es un grupo con ganas de mejorar y ganamos a muchos equipos por compromiso e implicación. Parece una frase hecha, pero en un campeonato tan complicado, tiene profundidad. Con compromiso, ambición y ganas de mejora, hemos ido creciendo y confío en que sigamos haciéndolo», insistió.

¿Quemado?

«Tres años en el banquillo del Athletic queman mucho». Ayer le tocó explicar la famosa frase. Lo consiguió a medias -o menos-, al asegurar que quería lanzar un mensaje para «focalizar» la atención tras el duro inicio de la competición europea que vivió su equipo.

DE RÉCORD

Caparrós lleva 132 partidos al frente del Athletic. Si completa su cuarta temporada serán, como mínimo, 185. Un número que sólo superan Javier Clemente, con 289, y Juan Urkizu, con 235.

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