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Liga ACB

De bruces con la cruda realidad

El Baskonia repitió muchos de los errores de los primeros 37 minutos ante la Cibona y cayó con estrépito ante un Estudiantes sólido.

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ESTUDIANTES 74

C. LABORAL BASKONIA 58

Jon ORMAZABAL

El Baskonia se bajó de la nube de los ocho minutos finales ante la Cibona y se dio de bruces con la cruda realidad de un equipo que, hoy por hoy, está lamentablemente más cerca de la mediocridad que de un top europeo. Y es que, el Caja Laboral debe ser bastante más de lo ofrecido ayer ante Estudiantes, pero tampoco se puede obviar que últimamente son demasiados los minutos de auténtico bloqueo, repitiendo una y otra vez los mismos errores.

Otro arranque nefasto, endeblez defensiva, incapacidad anotadora, carencia de ideas en ataque y ausencia de carácter o recursos para dar la vuelta a una situación adversa dejaron al Baskonia ante otra situación en la que tener que tirar de épica, y los milagros, si es que existen, no se producen con tanta frecuencia como los está necesitando el equipo azulgrana.

La única nota positiva en otra matinal para olvidar la puso la buena actuación de un Walter Herrmann que, aunque siga lejos de ese jugador determinante que se le presumía, parece ir a más y ayer jugó los 40 minutos con una valoración de 24, cuando la de todo el equipo vasco en su conjunto fue de 48.

Este Baskonia bipolar arrancó una vez más el partido con el motor gripado y su peor versión. Desde el salto inicial los síntomas fueron los de casi siempre, nula defensa, sangría reboteadora y, como los triples no entraban, el ataque se atascó, acumulando 6 pérdidas en 4 minutos, para un total de 9 en el primer cuarto. Con un Caner- Medley en estado de gracia, Estudiantes enseguida abrió brecha en el marcador y eso que los del Ramiro de Maeztu tampoco estuvieron excesivamente acertados en ataque.

Ivanovic trató de reaccionar primero con el quinteto de la remontada ante la Cibona, pero tampoco aquí se dio con la llave y el Baskonia se dedicó a tirar triples como único remedio para sus males. Olvidadas las penetraciones o los contraataques, -en todo el primer tiempo lanzó en nueve ocasiones de dos y en 19 de tres- por lo que lo fió todo a su acierto desde la línea de 6,25. Los porcentajes no fueron brillantes, por lo que el juego mucho más equilibrado de Estudiantes, con el potencial físico de Suárez y Jasen como arma, se las apañó no sólo para mantener, sino para aumentar en uno la ventaja de 12 puntos del primer cuarto (47-34).

Sin argumentos

Lo más preocupante fue quizá que el equipo esperase a que los astros volvieran a alinearse, ya que careció de recursos para poder darle la vuelta a un partido adverso. El choque se atascó tras la reanudación, en un cuarto mucho más pestoso, con los dos equipos fallando muchísimo. Sin embargo, Estudiantes sabía a lo que jugaba y su seriedad, su intensidad y su superioridad reboteadora le bastaron para mantener la renta

Oleson y Herrmann, dos jugadores de cuyo crecimiento dependerán muy mucho las opciones de este Baskonia, buscaron el último arreón, pero una técnica a Mirza Teletovic por protestar una posible falta y las continuas segundas opciones que se le concedieron al equipo de Luis Casimiro cortaron cualquier opción de remontada.

Asumiendo que un equipo que es tercero en ACB y es top 8 en Euroliga no puede ser la banda de los últimos partidos, el futuro cercano obliga a encontrar respuestas para estos momentos de auténtico bloqueo. Y cuanto antes, mejor.

esclarecedor

Las seis pérdidas en los cuatro primeros minutos, los 17 rebotes concedidos en defensa y el haber lanzado nueve veces más de tres que de dos explican bastante claramente el desastre de ayer en Madrid.

Herrmann

La actuación del argentino, que jugó los 40 minutos, con una valoración de 24 sobre los 48 de todo el equipo en su conjunto fue una de las pocas noticias positivas de la mañana.

Ivanovic: «Nuestro principio de partido ha sido el de un equipo sin carácter»

Del efímero y milagroso cielo al más cruel de los infiernos en tres días. De la pícara sonrisa del jueves tras conseguir lo imposible, a una ruda mueca tras el sonrojante partido ante el Estudiantes. Nadie conoce el destino de la montaña rusa en la que se encuentra inmerso el conjunto baskonista. Hay quien ya da por perdida la temporada y aboga por comenzar a preparar de nuevo toda la maquinaria del Baskonia en pos de un futuro más estable, pero también existe quien se basa en datos fehacientes para representar una realidad continuamente cambiante en el mundo del deporte profesional. No hay más que recordar lo sucedido el año pasado con el Barcelona; que pasó de ser el saco de todos los golpes a acabar la temporada con un cariz completamente distinto. Quizá confiando en esa aleatoriedad que caracteriza el mundo profesional, Ivanovic sigue en sus trece de volver a reorientar la nave.

«Nuestro principio ha sido el de un equipo al que le falta carácter para jugar», decía el montenegrino mientras buscaba mayor expresividad a sus palabras con un chasquido de dedos. «Cuando logramos reducir las diferencias, jugamos en estático y con bastante equilibrio. Pero ellos han seguido tensos, y gracias a su rebote ofensivo y nuestras pérdidas han mantenido las diferencias», resumía.

Pero como dentro de las críticas constructivas, también hay que dejar resquicio para alguna luz en el horizonte, Ivanovic alabó el buen trabajo de Walter Herrmann, que jugó los 40 minutos del partido con 22 puntos y 8 rebotes. «Todavía juega mejor de 4 que de tres, pero ha hecho un buen trabajo», dijo del argentino.

Koldo AKORDARREMENTERIA

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