La Diputación de Bizkaia ha lanzado una campaña de propaganda, supuestamente contra el fraude fiscal, bajo el lema «No te vamos a defraudar». En uno de estos anuncios, con el subtítulo «Los Proyectos Estratégicos se harán realidad», aparecen claramente representados «sus» proyectos estratégicos: San Mamés, Biscaytik, la Ciudad Deportiva de Sestao, Euskalduna y Guggenheim-Urdaibai.

¿No decía el Sr. Bilbao que la prioridad de la Diputación de Bizkaia era Acción Social? Mera palabrería. No hay ningún proyecto estratégico vinculado a crear una Red Pública de Servicios Sociales que haga frente, por ejemplo, a las necesidades de cuidado de personas que carecen de autonomía por sí mismas. Una realidad a la que hay que hacer frente desde las administraciones públicas, invirtiendo en la creación y gestión pública de todos esos servicios, y no, como está haciendo la Diputación de Bizkaia, mediante las ayudas en el entorno familiar, lo que supone reforzar el papel de las mujeres como cuidadoras, en lugar de hacer del cuidado una tarea social compartida por hombres y mujeres. Y no sólo esto, estas ayudas están sirviendo en muchos casos para que se subcontrate, en pésimas condiciones y con sueldos miserables, a mujeres migrantes que son las que se responsabilizan de esa tarea de cuidado.

Curiosamente, el PNV (y sus cargos institucionales) no hablan de Red Pública, sino de Servicios Sociales de «responsabilidad pública». De esta forma, pretenden enmascarar la política que están llevando (y piensan seguir impulsando) de subcontratar todos los servicios sociales. De las plazas que se ofertan, las de gestión directa de la Diputación son unas 500; en cuanto al resto, o bien la gestión es privada o están concertadas.

El PNV no tiene ninguna intención de impulsar una red pública de servicios sociales, universal, a la que tenga acceso toda persona que lo necesite. Una prueba de ello es el globo sonda que lanzó el propio Diputado General de Bizkaia, el señor Bilbao, en torno a la necesidad de crear un nuevo impuesto para que la Red de Servicios Sociales sea «sostenible». Se acaban de aprobar las Normas Fiscales para este año y ni el Sr. Bilbao ni el PNV hicieron mención de crear nuevos impuestos. Las palabras del Sr. Bilbao tienen otra intención: difundir la idea de que no hay dinero para mantener los servicios sociales y que la ciudadanía debe participar en la financiación de los mismos, el famoso «copago». Y nosotras le preguntamos al Sr. Bilbao: una persona trabajadora de 70 años que acude a una residencia, ¿acaso no ha cotizado suficiente durante su vida laboral para poder ir tranquilamente a una residencia sin que tener que abonar una cuota?

Sr. Bilbao, dinero hay. De hecho, en los proyectos del anuncio, se van a gastar más de 500 millones: en el nuevo San Mamés, 240 millones; en el programa Biscaytik, por el que nos abren «gratuitamente» una cuenta de correo electrónico a cada vizcaíno ó vizcaína, 45 millones; en el Guggenheim-Urdaibai, 133 millones de euros, y suma y sigue.

Dinero habría más si realmente tuviesen voluntad de combatir el fraude fiscal y tomasen medidas efectivas contra el mismo. Más de mil de millones de euros defraudados a Hacienda (según sus datos), miles de millones de euros «perdonados» en la recaudación en lo que ustedes llaman «gastos fiscales», etc. Y no son precisamente las personas asalariadas quienes defraudan, ya que se les quita regularmente de sus nóminas hasta más de lo que les tocaría pagar. Mientras los trabajadores y trabajadoras declaraban en 2007 unos rendimientos medios de 20.566,21 euros, el rendimiento medio declarado por actividades económicas era solamente de 11.926,42 euros. O si miramos los datos de recaudación del año 2008 en la Hacienda de Bizkaia, resulta que por las rentas de trabajo se recaudaron 4.458 millones de euros y, sin embargo, la recaudación por el Impuesto de Sociedades fue de 1.692 millones de euros.

Por eso decimos que hace mucho que usted y su partido, el PNV, nos han defraudado, porque su política no pretende, a pesar de sus palabras, mejorar las condiciones de vida de la ciudadanía vizcaina. Su política se basa en seguir mirando a las constructoras, a los grandes megaproyectos -a pesar de la oposición de gran parte de la ciudadanía-, etc., en lugar de mirar a la ciudadanía vizcaina.

Sr. Bilbao, los proyectos estratégicos deberían ir encaminados a resolver las necesidades de esa parte de la ciudadanía que está padeciendo las consecuencias de la crisis económica. Proyectos sociales que hagan frente a la realidad de esos más de 65.000 paradas y parados de Bizkaia, de quienes no pueden hacer frente a la hipoteca, de quienes están cobrando la Renta de Garantía de Ingresos ó pensiones bajísimas, y de quienes tienen ingresos económicos por debajo del umbral de la pobreza.