Garikoitz Ibarluzea compareció ayer ante la jueza Daphne Wickham en la Corte de Magistrados del distrito de Westminster, donde el fiscal, Daniel Sternberg, leyó los delitos que se le imputan en la orden europea de detención y entrega (OEDE) dictada por la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional el 10 de diciembre de 2007. Ibarluzea, detenido el domingo en Londres, rechazó la entrega al Estado español y quedó detenido en Londres sin posibilidad de fianza, a la espera de que se celebre la vista sobre su entrega.

El vecino de Ibarra, de 29 años, fue arrestado en su puesto de trabajo como cocinero en el barrio del Soho, en el centro de la capital británica, tras ser localizado por la policía local. Sobre él pesaba una orden europea de detención y entrega por participación en acciones de kale borroka.

El fiscal Stenberg explicó que los delitos que se le imputan a Ibarluzea «constituyen un delito de conspiración para causar explosión y para cometer asesinato, penadas cada una de ellas con hasta un máximo de cárcel de 16 años». El representante de la Fiscalía pidió que no se le diera opción de quedar en libertad bajo fianza, lo que tampoco solicitó el abogado defensor, Ben Cooper.

Ibarluzea fue arrestado por la Guardia Civil en octubre de 2002 acusado de participar en sabotajes en Gipuzkoa y se encontraba fuera del Estado español al parecer desde 2006.

Manifestación

El joven de Ibarra debía ser juzgado en la Audiencia Nacional española junto a otros siete jóvenes, pero no se presentó. Aritz Sudupe, Eñaut Garmendia, Ibon Arnalde, Iosu y Mikel Ozaita, Jon Otegi y Goar Jiménez quedaron, inicialmente, en situación de prisión provisional. Después, el juez Guillermo Ruíz Planco, los dejó en libertad bajo fianza de 6.000 euros.

Por su parte, ayer en Ibarra se manifestaron 120 personas para exigir su libertad.