Los representantes de siete países africanos se reunieron ayer en Argel para analizar la situación de seguridad en Sahel, donde «el terrorismo y el crimen organizado constituyen amenazas reales», según Mourad Medelci, ministro argelino de Exteriores.

«Nuestro encuentro muestra nuestra toma de conciencia de que la seguridad y la paz son imprescindibles para el desarrollo de esta región, donde el terrorismo, que alcanza un desarrollo peligroso, y sus alianzas con el crimen organizado constituyen amenazas reales», destacó Medelci al inaugurar el encuentro.

Además de Argelia, se reunieron representantes de Burkina Faso, Chad, Libia, Mali, Mauritania y Níger. Estos últimos países tienen fronteras comunes con Argelia en una zona en la que grupos islamistas radicales vinculados a Al-Qaeda son muy activos.

Medelci, que insistió en las «conexiones múltiples del terrorismo con el crimen organizado», citando el tráfico de drogas y de armas, dijo que está convencido del éxito del encuentro de ayer, «porque muestra nuestra voluntad común de aportar de manera concertada respuestas adecuadas y adaptadas a estos desafíos».

«Es evidente que la instauración de una cooperación fronteriza eficaz y multiforme entre nuestros países es crucial», añadió el responsable de la diplomacia argelina.

En este sentido, subrayó la necesidad de una «adhesión sin condiciones» de los países reunidos «en la lucha contra el terrorismo», así como «al deber de solidaridad hacia las poblaciones más desprotegidas».

La región de Sahel conoce desde hace años un recrudecimiento de las actividades de traficantes y contrabandistas de todo tipo, pero también de los grupos afiliados a Al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), que mantienen una presión creciente sobre las fuerzas de seguridad argelinas, que son objeto de atentados.