Ha dicho Marc Aillet, obispo de Baiona, Lescar y Oloron, que no se puede desacreditar a todo el clero por las «faltas de algunos», en referencia a los delitos sexuales de miembros de la Iglesia católica y al hilo de la detención de un sacerdote vasco -José Ángel Arregi- en Chile acusado de grabar vídeos de abusos a menores. Faltas. No delitos abominables, ni pecados mortales, ni condenación eterna. Faltas. Luego, el alto pastor se lía un poco cuando asegura que la pedofilia no es privativa de la Iglesia, sino una «plaga» muy extendida en la sociedad, un «comportamiento desviado consecuencia de la libertad sexual». Amigo obispo, no me lo tenga en cuenta, pero le recuerdo que los clérigos que militan bajo las órdenes de Joseph Alois Ratzinger, alias Benedicto XVI, disfrutan de muchas y muy variadas prebendas, pero entre ellas no está la libertad sexual. Bien al contrario.

Otra. El diputado general de Araba, el jeltzale Xabier Agirre, habló ayer de «tolerancia cero» al valorar la detención de su diputado de Administración Local, Alfredo de Miguel, acusado de delitos de cohecho, tráfico de influencias y blanqueo de capitales. Tolerancia cero, que quede claro. Aunque el caso está bajo secreto de sumario, sólo hay que leer la lista de arrestados en la operación (entre ellos un ex concejal del PNV en el Ayuntamiento de Gasteiz y miembro del Araba Buru Batzar; un asesor del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas y director del parque tecnológico de Miñao entre 2006 y 2009, y una candidata del PNV a las pasadas elecciones al Parlamento de Gasteiz) para caer en la cuenta de que no les une la afición por la pesca o el teatro, sino una militancia política muy concreta.

Me recuerda todo esto a esas películas de Hollywood en las que un estirado alto mando de la Inteligencia Militar (contraditio in terminis) del Tío Sam envía a uno o varios agentes especiales a una operación top secret -con licencia para matar, robar, atropellar y violar- bajo la advertencia de que, de ser descubiertos por el malvado enemigo, el Gobierno negará oficialmente cualquier relación con ellos. No quiero ser más explícito, que todo es presunto, pero ustedes ya me entienden.