Impulsan un manifiesto por unas fiestas populares frente a los ataques institucionales
El Movimiento Festivo Popular de Euskal Herria ha invitado a los agentes culturales a participar en un proceso de reflexión para defender unas fiestas participativas frente a los ataques institucionales.
Iñaki VIGOR | IRUÑEA
«Es necesario hacer una reflexión y un planteamiento común sobre la situación de las fiestas populares en Euskal Herria y del movimiento que las hace existir a pesar de los ataques que a lo largo de su historia vienen soportando». Así lo señalaron ayer Dani Saralegi y Xabi García, quienes, en nombre del Movimiento Festivo Popular de Euskal Herria, presentaron un manifiesto en el que defienden la validez de este movimiento e invitan a defenderlo frente a las instituciones que «lo vienen atacando de manera virulenta».
En el citado manifiesto recuerdan que existe un movimiento popular, cultural y vecinal «amplio, fuerte, ilusionado y comprometido» que se ha encargado de dinamizar las fiestas y que, aun teniendo diversas expresiones y formas de organización, tiene como nexo común un mismo objetivo.
«Este objetivo -explicaron- es crear, mantener y mejorar un modelo que, 35 años después de la dictadura franquista, sigue manteniendo abiertas las puertas a la participación, a la libertad de expresión, a la esperanza, a la ilusión, a la ironía, a la solidaridad, a la espontaneidad, al compromiso, a todo aquello que durante muchos años ha representado y representa desde la fiesta la cultura popular».
También constataron que este movimiento «sufre la presión del orbe político, pretendiendo anularlo o minimizarlo para poder controlarlo», y añadieron que «perdura hasta nuestros días por el éxito que supone».
«La fiesta creada por el movimiento popular -añadieron- es la que demanda, organiza y disfruta el propio pueblo. Y es innegable que, además de filosóficamente impecable, es un éxito económico que repercute en toda la ciudadanía. Es un motor económico en el que la parte organizadora es la que menos rendimiento económico obtiene, y sin embargo la fiesta que genera nutre a muchos sectores».
«La presión se ha endurecido»
También constataron que en los últimos años «se ha endurecido la presión» contra este movimiento y que «la situación de ataque, que hasta ahora era puntual y focalizado, se está generalizando», por lo que plantean la necesidad de medidas para la defensa y mejora de la fiesta.
En este sentido, señalaron que una de las claves es el «fortalecimiento» del movimiento y «sobre todo la necesidad de un análisis común y conjunto desde los diferentes espacios festivos en Euskal Herria».
Tras indicar que «sin el movimiento cultural festivo popular no se entiende que haya fiesta», anunciaron un trabajo conjunto con los movimientos culturales y festivos para llegar a un análisis común que tendrá como objetivo «la reflexión pública y participativa de la situación en el camino hacia la defensa y mejora de las fiestas».
Por ello, invitaron a los agentes culturales a tomar parte en este proceso, desde el convencimiento de que «todas las partes son necesarias».
«La presión y ataque contra este movimiento, que hasta ahora era puntual y focalizado, se está generalizando. Es necesario un análisis común desde los diferentes espacios festivos de Euskal Herria».
«La fiesta creada por el movimiento popular es la que demanda, organiza y disfruta el propio pueblo. Además de filosóficamente impecable, es un éxito económico que repercute en toda la ciudadanía».