El Levante, que visitará este domingo Anoeta, es un rival incómodo que nunca ha ganado en el estadio donostiarra, pero que siempre ha puesto muchos problemas a la escuadra txuri urdin. Los tres enfrentamientos disputados hasta el momento entre guipuzcoanos y levantinos han tenido lugar en los dos últimos años.

Así, el empate a uno ha sido el resultado más habitual, que se ha producido en dos oportunidades, mientras que en el tercer encuentro, los anfitriones sólo pudieron ganar por la mínima, lo que da una idea de la competitividad del oponente y de lo difícil que lo tiene siempre la Real Sociedad cuando se mide con el conjunto azulgrana.

Sin embargo, los números locales -52 puntos, diez más que el año pasado a estas alturas- y la fiabilidad que atesoran los de Martín Lasarte esta temporada cada vez que juegan en propio feudo hace pensar en una victoria, aunque trabajada. En ello está enfrascada la plantilla txuri urdin, consciente de que un triunfo sobre el Levante le dejaría prácticamente fuera de la lucha por los puestos de ascenso.

En este sentido se manifestó Ion Ansotegi, para quien ganar a los de Luis García Plaza «les dejaría a diez puntos», una desventaja «no definitiva», pero sí bastante difícil de enjuagar. Además, señaló que sería muy importante ganar por más de un tanto, de cara a tener a su favor el gol average final.

Labaka, hasta 2012

Mikel Labaka comprometió su porvenir deportivo con la Real por un año más, por lo que su nuevo contrato expirará en junio de 2012. Una buena noticia para el central, que mitiga en parte la fractura de dos vértebras que se produjo tras la dura entrada que le hizo el delantero del Salamanca Miguel Linares. El defensa mostró su satisfacción por el acuerdo porque supone «un punto de tranquilidad para el futuro».

Labaka también habló precisamente de su lesión, de la que desveló que, aunque habían pasado dos días -por ayer-, todavía sigue «teniendo dolor» en la zona afectada y que por ese motivo su renovación es una «alegría» que contrarresta sus problemas físicos.