¿Se puede vivir sin que nadie te importe especialmente? Esa es la pregunta que plantea la ópera prima de Oskar Santos (Bilbo, 1972). «El mal ajeno» cuenta la historia de un médico que trabaja en la unidad del dolor de un hospital y que ha aprendido a sobrevivir sin que las historias de sus pacientes le afecten en absoluto. Sin embargo, esa inmunidad cambia cuando le dispara el marido de una paciente y los afectados empiezan a ser sus pocos seres queridos. Un elemento sobrenatural entra en escena para colocar a los personajes en situaciones paranormales.

El guión que transcurre entre el thriller y el drama, con pequeños pasajes de humor, es obra del madrileño Daniel Sánchez Arévalo («AzulOscuroCasiNegro», «Gordos») y en la producción ha tenido el apoyo de Alejandro Amenábar. «Es una película realizada entre amigos», destacó ayer el director bilbaino. «Alejandro y yo nos conocemos desde la facultad y Daniel también es íntimo amigo mío». Santos confesó que a los dos les encantó el proyecto desde el principio y se sumaron a él. «Alejandro sentía que la película necesitaba un apoyo y por eso está ahí». En 2004, Santos dirigió el largometraje documental «Un viaje Mar Adentro», el making of de la exitosa película del madrileño, en la que también participaba la actriz Belén Rueda.

Experimentado equipo

«Oskar siempre va a intentar contar en imágenes y no únicamente con un diálogo, y tiene destreza y audacia como narrador», subrayó ayer Amenábar. «Como productor, me daba mucha tranquilidad saber que ahí había un director que se lo estaba currando».

El «envejecido» Eduardo Noriega -que ya coincidió con Amenábar en «Tesis» y «Open your eyes»- es quien interpreta a Diego, el protagonista de la película. El reparto lo completan la colombiana Angie Cepeda, la madrileña Cristina Plazas, los jóvenes Clara Lago y Marcel Borrás, Carlos Leal, Luis Callejo y José Ángel Egido.

Han sido siete «complicadas» semanas de rodaje en los alrededores de Madrid y el director novel aseguró que estuvo rodeado por profesionales de primer nivel. «Soy cabezón, pero también escucho. Si me he rodeado por esta gente ha sido para formar un grupo. Mi labor es marcar el camino, pero después tanto los actores como el equipo técnico son muy inteligentes. Yo necesito que aporten, que traigan sus neuras. Toda esa mezcla es, al final, la película».

«No sé cuál es el barómetro para medir el éxito o el fracaso de una película. Por ahora, yo me siento satisfecho con el trabajo realizado», declaró el director de «El mal ajeno». «Pero creo que es fundamental la respuesta del público; quiero conectar con ellos», añadió. Esa respuesta comenzará a llegar a partir de hoy, puesto que, «El mal ajeno», tras los pre-estrenos en Madrid y Bilbo, llegará mañana a las salas comerciales del Estado español.