José Ángel Arregi, religioso de San Viator y residente en Chile desde enero de 2008, fue detenido el 14 de agosto de 2009 por las autoridades chilenas acusado de tenencia de pornografía infantil sin que, hasta la fecha, se haya concluido la investigación ni celebrado juicio alguno.

En un comunicado oficial remitido por la dirección provincial de Clérigos de San Viator, precisaron que tras conocerse este hecho el superior provincial de esta comunidad comunicó la noticia a todos los miembros de la misma. Con el fin de «facilitar información transparente y precisa», también se dio cuenta de lo sucedido al Equipo Directivo, Consejo Escolar y miembros de la Junta de la AMPA de los colegios previsiblemente afectados.

En noviembre de 2009, teniendo en cuenta que Arregi fue profesor de algunos centros que la Congregación tiene en el Estado español, la Guardia Civil inició una investigación a fin de determinar si se habían producido hechos delictivos. En la nota remitida, la Congregación asegura que «hasta el momento, no consta denuncia alguna» por parte de alumnos, padres o compañeros.

No obstante, habiéndose levantado el secreto de sumario y después de que el periódico `El País' relatara anteayer que tras las investigaciones algunos de los videos pornográficos habrían sido grabados en centros educativos como en el de Gasteiz, Basauri o Madrid, los Clérigos de San Viator manifestaron a la opinión pública que «con pleno respeto a la presunción de inocencia» se sienten «consternados ante una falta de moralidad tan grave».

«Como es nuestra obligación, desde el primer momento hemos mantenido gustosamente una plena colaboración con las autoridades en orden a facilitar el esclarecimiento de los hechos y a poder dilucidar, completa y rápidamente, cualquier término de la investigación», indicaron desde la Comunidad.

Si las investigaciones iniciadas condujeran a una posterior sentencia condenatoria, esta congregación anunció que manifestarán «su más rotunda condena sin el más mínimo paliativo». «Cualquier delito contra la libertad sexual supone una grave alteración del orden moral y un repugnante atentado contra la dignidad humana», sentenciaron.

«Nunca pasó nada raro»

Tal y como recordó la Comunidad de los Viatores, por el momento no existe ninguna denuncia por parte de las su- puestas víctimas. Algunos de los alumnos que coincidieron con Arregi el el colegio San José de Basauri se reconocieron en las imágenes que se encuentran en manos de la Policía española.

La mayoría de los ex alumnos asegura que «nunca se había oído nada» al respecto. Asimismo, también censuraron que «hacían muchas pruebas de flexibilidad y resistencia, pero que nunca pasó nada raro». Otro anti- guo alumno aseguró que «me filmó haciendo flexiones, pero que nunca me tocó un pelo».