Jon Anza aparece muerto en Toulouse
La médico de la familia considera clave acceder al historial clínico
A la espera de los resultados definitivos de la autopsia, el cuerpo de Jon Anza sigue en el Hospital Rangueil de Toulouse. La médico de confianza, en declaraciones a GARA, ha restado importancia a esta prueba de la que poco esperaba tras doce días de hospitalización y tratamiento, y ha dado valor al informe clínico, que está bajo secreto de sumario y al que todavía no ha tenido acceso.
Oihana LLORENTE | DONOSTIA
El cuerpo sin vida del militante donostiarra Jon Anza continúa aún en el Instituto Anatómico forense del Hospital Rangueil de Toulouse a la espera de que se conozcan las conclusiones definitivas de la autopsia practicada el lunes. La procuradora de Baiona, Anne Kayanakis, apuntó el mismo día la posibilidad de que estos resultados no lleguen hasta la próxima semana, cuando se disponga de los resultados de los análisis biológicos solicitados por los expertos forenses.
La familia del militante vasco, así como su médico de confianza, también se encuentran a la espera de estos resultados para solicitar nuevas comprobaciones, o de lo contrario, proceder a la repatriación del cuerpo, que no tendrá lugar hasta la próxima semana, según confirmó ayer a GARA el movimiento pro amnistía.
La facultativa de confianza de la familia es la única persona que ha visto el cuerpo de Jon Anza hasta ahora. Lo hizo el pasado viernes por la mañana para la identificación del cadáver y, en declaraciones a GARA, aclaró que de momento ella no ha solicitado ninguna prueba más. En declaraciones realizadas a este diario, apuntaba que la clave de lo que ha sucedido con Jon Anza podría radicar en el historial clínico, donde debe constar lo que ocurrió desde que se supone que lo encontraron en la calle y lo trasladaron al hospital, el 29 de abril, hasta su muerte el 11 de mayo. Sin embargo, ni la familia ni la médico de confianza han podido acceder al informe médico, puesto que se encuentra bajo secreto de sumario.
Esta facultativa viajó el lunes hasta Toulouse con objeto de estar presente en la autopsia y lo hizo, además, acompañada por un centenar de ciudadanos vascos que recorrieron de madrugada más de 300 kilómetros para ejercer una presión popular que evitara que se realizara la prueba sin la presencia del médico de confianza de la familia. Anne Kayanakis, sin embargo, vetaba su entrada a primera hora de la mañana y ordenaba después iniciar la autopsia sin ningún testigo.
Los hematomas se absorben
La doctora precisó a GARA que «no esperaba nada aclaratorio» de la autopsia, como tampoco lo espera de los resultados definitivos de la misma, ni del análisis toxicológico. Para entender esta falta de entusiasmo ante la autopsia y sus resultados, hace especial hincapié en que Anza estuvo hospitalizado durante más de doce días, «con lo cual cualquier prueba vuelve a su normalidad», apostilla la entendida en la materia.
Detalla que cualquier hematoma que pudiera tener Anza a su llegada al centro, en doce días de hospitalización y tratamiento se absorbe totalmente, por lo que apunta que la autopsia sólo podía dar constancia de fracturas; «hecho que nunca hemos dicho esperar», aclara.
Pese a no otorgar demasiada relevancia a las pruebas post mortem, la sanitaria precisó que se valorará si solicita una segunda autopsia u otro tipo de pruebas, una vez visto en qué consistió la primera y analizar sus resultados; datos que al parecer podrían llegar durante los próximos días a sus manos.
Ella es la única que ha visto el cuerpo sin vida del represaliado político donostiarra, y recalcaba que lo encontró «bastante deteriorado»; pero como cabría esperar de un cuerpo que llevaba casi un año metido en una nevera a cuatro grados. «Lo reconocí porque era mi amigo y lo conocía; por eso lo reconocí», precisa.
Los allegados del ex preso donostiarra, su médico de confianza, así como sus letrados, han solicitado el citado informe clínico en infinidad de ocasiones, pero aduciendo que es «parte de la investigación» se les ha negado el acceso al mismo. Apuntó a GARA que en estos momentos este tema está en manos de los abogados; «ahora son ellos los que están peleando cómo conseguir el historial para que luego los médicos lo podamos estudiar».
En su opinión, «lo importante ahora es saber qué pasó en esos días», en qué condiciones ingresó en el hospital, cómo lo trataron, qué medicación le dieron y, «a partir de ahí, a ver qué se observa», subraya.
Resultado de la autopsia
Muchos medios se han aferrado al resultado preliminar de la autopsia, que hablaba de muerte por parada cardiorrespiratoria, cuando eso es «muy relativo», a juicio de esta médico. Apunta que ningún informe forense permite emplear este término, porque «es no decir nada, es que se te ha parado el corazón y te has muerto y eso pasa siempre», asegura la médico que afirma tener años de experiencia en medicina forense.
La familia de Anza tampoco ha podido estar con el médico que lo atendió, pero el viernes sí fueron recibidos por el director del Hospital Purpan, que fue «bastante atento». Aunque no se explicaba qué había pasado, el director les aclaró a los allegados que el centro sí hizo todos los trámites pertinentes antes de que el cuerpo de Anza quedará en manos de la morgue.
A la médico de la familia sólo le han expresado que Anza no habría recobrado la consciencia en los días que estuvo ingresado, aunque precisa que «no se dice que estuvo en coma, lo que se apunta es que sufrió un desvanecimiento».
Una vez que acceda al historial clínico, la médico de confianza intentará llegar al sanitario que atendió a Anza en el Hospital Purpan y poder esclarecer qué es lo que ocurrió.
Gazte independentisten eskutik geldialdiak izango dira gaur ikastetxe eta fakultateetan. Haiek bidalitako oharrean, ezker abertzaleak hartu duen bidea mozteko «biderik zatar eta zikinenetik» kolpatzen dutela salatu dute.
Como ha ha venido haciendo desde la semana pasada, la Ertzaintza volvió ayer a identificar a dos personas que colocaban carteles de denuncia en el barrio donostiarra de Antigua. También retiró carteles en Portugalete e identificó a una persona. Los tres han sido acusados de un delito de «enaltecimiento delo terrorismo». GARA
El Ministerio del Interior remitió ayer a la Fiscalía un dosier en el que recoge las declaraciones de diversas personas y colectivos que habrían vinculado la desaparición de Anza con las FSE. Rubalcaba ya lo adelantó el martes en rueda de prensa.
La advertencia de interponer querellas lanzada por Pérez Rubalcaba fue seguida ayer por Interior de Lakua, que decretó la prohibición para las movilizaciones convocadas para hoy en protesta por la muerte de Jon Anza. El Departamento de Rodolfo Ares dice que existe «una alta probabilidad de que se cometan delitos de enaltecimiento del terrorismo o alteraciones del orden público», además de alegar «el carácter delictivo» de la convocatoria, que se trataría de denunciar la muerte del militante vasco.
Después de tener conocimiento de la prohibición, el movimiento pro amnistía reiteró el llamamiento a salir a la calle para denunciar «la guerra sucia y la represión». Entiende que con este tipo de procedimientos «los responsables políticos de la muerte de Jon pretenden limpiar la guerra sucia»; «quieren desviar la atención de esta muerte mediante la mentira y la represión», sentencia.
En la nota emitida a los medios, el movimiento antirrepresivo achaca este veto al «nerviosismo que produce que en Euskal Herria nadie otorgue credibilidad alguna a la versión oficial. Es normal su nerviosismo y es por eso por lo que amenazan a los que denuncian lo ocurrido en la calle», aclara. Tras señalar que «la represión es la única oferta que hacen los estados a Euskal Herria», animó a la ciudadanía a secundar las movilizaciones que tendrán lugar hoy.
La denuncia de la guerra sucia y la represión estará presente pueblo a pueblo. Por la mañana se han convocado paros en los centros escolares, además de diversas movilizaciones tanto al mediodía como a última hora de la tarde en la mayoría de los municipios vascos. GARA
El caso Anza ha sido objeto de una atención especial a cargo de los principales diarios editados en París. Ahora, las últimas revelaciones en relación al sorprendente hallazgo del cadáver del militante vasco en la morgue de un hospital de Toulouse han encontrado un hueco en sendas publicaciones de periodicidad semanal.
El periodista Sorj Chalandon, especialista en la cuestión vasca, titulaba su artículo de ayer en «Le Canard Enchâiné»: «Sospechas sobre un vasco olvidado en la morgue». El semanario satírico arranca su artículo con una descripción del descubrimiento, casual, del cadáver en la morgue del Purpan, para narrar después cómo fue localizado el militante vasco, el 29 de abril de 2009, en una calle de la capital occitana.
Como es sabido, el pasado lunes la procuradora de Baiona, Anne Kayanakis, dio a conocer los resultados preliminares de la autopsia practicada al cadáver de Jon Anza. En ese informe provisional, se descartan causas externas en la muerte de Anza. En tono cáustico, Chalandon remarca que «para la Justicia francesa las causas de la muerte son tristemente banales: una fatal indisposición». El decano de la prensa crítica gala hace una pormenorizada descripción de los «derrapes» y «errores» que han marcado la investigación abierta el 18 de mayo de 2009 por la procuradora de Baiona. «La familia debe tener un sentimiento terrible», le confiesa una fuente cercana a la investigación. Para el periodista, la pretensión de las autoridades francesas de quitar hierro al incidente protagonizado por la Guardia Civil en un hotel de Toulouse «no hace sino alimentar las sospechas».
«¿Quién mató al militante de ETA?», se pregunta Perico Legasse en la edición digital del semanario «Marianne», para considerar que la publicación por «El Mundo» de una información sobre la precipitada huida, el 20 de mayo de 2009, de los guardia civiles que olvidaron dos armas en el hotel Adagio ha hecho que «salga a la superficie la hipótesis de una atentado a cargo de un servicio extranjero». Tras hacer un repaso somero de los principales acontecimientos que han marcado el caso Anza durante los últimos once meses, el autor del artículo concluye: «Decididamente, ya sean cadáveres o armas, los elementos probatorios del affaire Jon Anza tardan un cierto tiempo en salir a la superficie. Lo que nos falta por saber es si son misterios de Madrid o de París». Maite UBIRIA