Con el título en el bolsillo galo salvo catástrofe -derrota en casa y victoria escandalosa de Irlanda-, Francia e Inglaterra se enfrentan este sábado en París en la última jornada del Seis Naciones. Un duelo que ha jalonado la historia del rugby y que representa una rivalidad que va más allá del terreno de juego.

Francia, que tuvo que esperar 21 años para lograr su primera victoria contra Inglaterra en 1927, se ha impuesto en 35 ocasiones en los 92 partidos jugados contra el XV de la Rosa, con 50 derrotas y 7 empates desde 1906. Además, los franceses no han derrotado a los ingleses en partido oficial desde 2006.

1951, cae Twickenham. El XV de Francia, que se había reintegrado al Torneo en 1947, firmó una de las primeras hazañas de su historia en Twickenham gracias a dos ensayos del capitán Guido Basquet y del legendario Juan Prat (3-11). Este éxito histórico abrió un período de dominio francés, en el que los agresivos, vivos e inspirados bleus encarnan el french flair, por oposición a los ingleses, más monolíticos.

1977, el odio. La prensa inglesa se había cebado toda la semana contra los «animales» franceses, acogidos con burlas en el templo del rugby inglés. Un ensayo del centro Francisco Sangalli abrió la vía al segundo Gran Slam del XV del gallo, guiado por Juan Pedro Rives, Santiago Fouroux, Jean-Claude Skrela y Robert Paparemborde.

1991, despedida de Blanco. En el Mundial de 1991, en el Parque de los Príncipes cambiaron las cosas. Serge Blanco, que disputaba último partido internacional (93), fue agredido en la primera acción. Sepultados bajo una lluvia de golpes de castigo, los franceses dejaron el Mundial en cuartos, su peor clasificación en cinco ediciones. En el momento de la vuelta a vestuarios, el entrenador francés Daniel Dubroca agarró al árbitro australiano David Bishop por el cuello.

1992, caricatura francesa. El triunfo inglés por 13-31 en París fue la cuarta de una serie de ocho éxitos consecutivos, ante una caricatura francesa con las exclusiones por brutalidad del pilier Gregorio Lascubé y del talonador Vincent Moscato.

1995, la tregua. Victoria anecdótica en la final de consolación del Mundial. Francia, magullada por su eliminación en semifinales por Sudáfrica, frente a unos ingleses machacados por la Nueva Zelanda de Jonah Lomu. Sobre todo, este partido será recordado por el «tercer tiempo», el primero entre ambos equipos.

2003, Francia empapada. En la semifinal del Mundial los franceses fueron incapaces de adaptar su estrategia a las condiciones climáticas y cayeron 7-24. Los Ingleses aplicaron sin vergüenza su juego plano, basado en la dominación del pack y en la bota de Jonny Wilkinson.

2007, Francia tartamudea. Francia fracasó en otra semifinal, en este caso en casa. Los franceses se adelantaron pronto, pero les volvió a traicionar el subconsciente y decidieron dos golpes de castigo y un drop de Jonny Wilkinson.

2009, fiasco en Twikenham. Francia sufrió una humillación (34-10). Bajo las risas insistentes de 80.000 espectadores encantados, los ingleses les infligen un agudo 29-0 en el primer período a unos franceses completamente sobrepasados.