Las detenciones de dirigentes talibán frustran las negociaciones de la ONU
El ex representante de la ONU en Afganistán, Kai Eide, quien acaba de concluir su mandato, reveló que las detenciones de líderes talibán en Pakistán han interrumpido las conversaciones que mantenían desde hace un año y acusó a Islamabad de querer boicotear estos encuentros. Los todopoderosos servicios secretos paquistaníes (ISI) rechazaron estas afirmaciones y destacaron que continuarán deteniendo a los talibán afganos en su territorio.
GARA
Las recientes detenciones de altos dirigentes talibán en Pakistán han interrumpido un canal secreto de comunicaciones con la ONU, lamentó ayer en la BBC el ex representante de Naciones Unidas en Afganistán, el noruego Kai Eide.
Eide, cuya misión acabó este mes, confirmó de este modo por primera vez que mantuvo conversaciones con los talibán, que comenzaron, según reveló, hace un año.
Las conversaciones cara a cara con «altos responsables del liderazgo talibán» tuvieron lugar en Dubai y en otros lugares, declaró el diplomático, precisando que pensaba que el mullah Omar había dado el visto bueno a estos contactos.
«Evidentemente, me reuní con dirigentes talibán mientras estuve en Afganistán», declaró Eide desde Oslo. «El primer contacto tuvo lugar probablemente la pasada primavera, después entramos en el proceso electoral y hubo una pausa en esta actividad», agregó.
Explicó que los contactos se retomaron después de que concluyera el proceso electoral y que, incluso, «se intensificaron hasta hace algunas semanas».
El diplomático se refería a la captura de varios comandantes talibán en Pakistán estas últimas semanas. Entre los detenidos se encuentra el mullah Baradar, cuya captura fue aplau- dida por EEUU como una muestra de la voluntad de Pakistán de actuar contra los talibán afganos en su territorio.
Pero, subrayó, «el impacto de estas detenciones fue, en conjunto, claramente negativo para nuestra posibilidad de continuar un proceso político que consideramos necesario en estos momentos».
Sugirió que Pakistán intentó deliberadamente torpedear las conversaciones. «No creo que estas personas fueran detenidas por pura coincidencia. Ello [los paquistaníes] debían saber quiénes eran, el papel que desempeñaban y vea el resultado que tenemos hoy», dijo Eide.
El ISI lo niega
Los poderosos servicios secretos paquistaníes (ISI) negaron que el mando militar tuviera el objetivo de obstaculizar los contactos con los talibán mediante las detenciones de sus líderes.
«Se puede pensar lo que se quiera, pero nosotros actuamos con el respaldo de los servicios de inteligencia de EEUU. Si contamos con su apoyo, con sus asistencia... ¿cómo es posible que queramos boicotear las conversaciones?», dijo a Efe un portavoz de la ISI.
«Si tan importantes eran [los arrestados] para el desarrollo de las conversaciones, es incomprensible que la ONU o el Gobierno afgano no los hubieran trasladado a Afganistán», criticó la fuente del ISI, que aseguró que los cuerpos de seguridad continuarán arrestando, «como es su deber», a todos los líderes talibán que estén en Pakistán.
La Fiscalía Federal alemana ha abierto una investigación contra el coronel Georg Klein y un oficial a sus órdenes por el bombardeo en la región afgana de Kunduz, que causó más de 140 víctimas mortales.
La multiplicación de ataques de drones o aviones no tripulados en Irak o en las zonas tribales de Pakistán ha obligado a Al-Qaeda a adaptar sus tácticas, pero no parece que les haya impedido actuar, consideran testigos y analistas.
Los ataques mortales de estos aviones sin piloto, armados con misiles y teledirigidos desde EEUU, se han convertido en la obsesión de los yihadistas localizados en los desiertos iraquíes o las regiones montañosas de la frontera entre Pakistán y Afganistán.
En las zonas tribales paquistaníes, un centenar de ataques en un año y medio (más de 20 en 2010) ha matado a cientos de militantes, pero también, según responsables militares paquistaníes, a numerosos civiles.
«Estos ataques representan la operación más agresiva en la que la CIA se haya implicado en toda su historia», aseguró el miércoles en «The Washington Post» el director de la agencia estadounidense, Leon Panetta.
«Estas operaciones son un serio impedimento para que Al-Qaeda funcione», añadió.
«Lo que antes eran zonas seguras ya no lo son. Podemos pensar razonablemente que ellos [los miembros de Al-Qaeda] han vuelto a grandes ciudades como Karachi», añadió el experto estadounidense Peter Bergen, de la New America Foundation. GARA