Adiós a los viajes de placer. Los turistas también se juegan la vida. Una barba con pinta talibán, un tic nervioso, una camiseta malpensada... y te vuelan por los cielos. Por sospechoso. Por si acaso. Lloyd Berks, un británico de 38 años, viajó hace unos días con su esposa y sus dos hijos del aeropuerto londinense de Gatwick a Austria. «Cuando pasé el detector de metales, tuve que descalzarme, luego me quitaron la cartera y finalmente me obligaron a darle la vuelta a mi camiseta para poder embarcar», cuenta Berks. Según la policía, llevaba un eslogan «un tanto amenazador». La temeraria prenda proclamaba: «Libertad o muerte»..

¿Qué les asusta más? La libertad, seguro. Basta ver cómo se ponen algunos sólo con nombrarla. Pero, ¿cuál es más letal? La muerte, por supuesto. Nunca falla, pasa por encima de todos. ¿Y si juntamos ambas? Un cóctel explosivo, sin duda. ¡Que se lo pregunten a Uruguay! Su lema nacional, «Libertad o muerte», homenajea el juramento con el que arrancó en 1825 su guerra de independencia.

Viajar peligra. Hoy entra en vigor un nuevo documento electrónico imprescindible para poder volar a Estados Unidos o hacer escala en cualquiera de sus aeropuertos. El permiso sólo puede conseguirse a través de la página web de su Departamento de Seguridad Nacional ( HYPERLINK http://esta.cbp.dhs.gov http://esta.cbp.dhs.gov). Una tierra que no viaja tampoco sueña. A este paso, con la excusa de los pájaros suicidas, amparándose en el miedo global, terminarán prohibiendo los aviones, las camisetas, los sueños... Por nuestra seguridad. Por si acaso.