Los planes para poner en marcha una planta de producción de energía marina en la costa vizcaina, en el pueblo de Armintza, han devuelto a la actualidad informativa la posibilidad de que Lemoiz llegue a albergar en el futuro una planta térmica en los terrenos que ocupan actualmente las instalaciones de lo que un día pretendió ser una central nuclear. Aunque los diversos colectivos ecologistas han saludado con entusiasmo el proyecto del Ente Vasco de Energía (EVE) -denominado Biscay Marine Energy Platform y que prevé obtener energía de las olas marinas- también consideran muy mejorable el plan. Especialmente, si algunas de las infraestructuras que precisará su desarrollo se emplazasen en los terrenos que todavía hoy ocupan las fallidas instalaciones nucleares. La sospecha surge cuando Lakua rechaza de plano esta propuesta, cargada de lógica medioambiental. Según ha podido confirmar GARA, detrás de esta negativa se esconden las intenciones larvadas de Iberdrola de seguir adelante con su intención de construir una planta térmica de ciclo combinado. Una opción que desde el principio ha suscitado el rechazo frontal de los movimientos ecologista y vecinal.