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«La verdad es que a veces resulta difícil localizar dónde están las raíces»

Gaizka y Hanot

Componentes del grupo Audience

Pablo CABEZA

Pasada la vehemencia de los días del punk y el rock radical vasco, apaciguado el movimiento metálico clásico, thrashero o death metalero, las propuestas musicales más díscolas emergieron por toda Euskal Herria. En realidad, siempre hubo disidentes, pero a muchos les tocó jugar en días de una sola dirección, demasiado complicado.

En 1999 aún era audaz intentar darse a conocer con una demo al estilo Audience, pero ahí estuvieron estos músicos repartidos entre Gernika y Busturia. Triunfaron con sus disonancias y habilidades en el Villa de Bilbao, en el FIB... y allá donde tocaron.

Llegaría también el tiempo de la cosecha, los discos, cada uno de ellos editado con escasos medios, pero con desbordante entusiasmo y creación. Cada título llamó la atención de la mayoría de escribientes en publicaciones especializadas. Cada crítico les alabó a su manera, pero siempre desde la positividad. Con todo, el ser creativo, diferente, también posee un lado sombrío, a veces tan caliente como la punta de un soplete. Te reconocen, te señalan los méritos, te ascienden a los cielos, que bien está, pero la realidad es más llana: quienes se ganan la vida con la música son los vulgares o quienes no tienen escrúpulos en aceptar su lado oscuro, salvo excepción.

Audience está por el arte. La vida y sus reglas van por un lado; sus discos, por otro. Y gracias a esta postura, quizá común donde impera la cultura, la inquietud y el sacrificio, muchas veces satisfactorio, son capaces de moldear discos como «A shake in calm water», donde continúa el hilo argumental de su anterior «Trying wings on roots», pero al que le añaden más sobriedad, una sonoridad más grave, nuevos tonos vocales, aproximación al folk-pop y temas de corte fílmico. De genios.

El sonido del disco es diferente a «Trying wings on roots». Es más grave en tono y, además, más abierto en querencias.

Gaizka: El «Trying wings on roots» no lo pudimos enfocar de esta manera por las circunstancias que rodeaban al grupo en ese momento, y la grabación se realizó de modo fragmentado, en varias fases. Hubo días en los que acudíamos 2, 3 o solamente uno del grupo, y la verdad, es muy difícil tomar decisiones que atañen a todo el grupo sin que estemos todos juntos. De todos modos, se grabó en un ambiente muy bueno, con amigos de confianza (eskerrik asko Txortx eta Iñi) y con la tranquilidad que aporta el saber que tienes tiempo, que no hay fecha límite. Para el actual, decidimos estar todos juntos durante la grabación, en una especie de Gran Hermano en los estudios Garate, de Andoain. Creo que esto se nota al escucharlo y que también se refleja en la portada y el arte que lo acompaña.

Álbum más diverso, pero su subconsciente musical sigue siendo estadounidense.

Hannot: Y nunca mejor dicho. La primera vez que escuché a Neil Young me pareció que despertaba algo que yo tenía dentro, nunca había oído nada así. Lo mismo me ocurrió con Violent Femes o Will Oldham, era como decir: «¡Hostias! ¿existe esta música?». Pero también es una sensación que tuve al escuchar a Mikel Laboa o los primeros discos de los Stones... La verdad es que a veces resulta difícil localizar dónde están las raíces... Para algunos miembros del grupo también ha sido muy influyente la música británica de los grandes artistas de siempre, Who, Led Zepellin, David Bowie..., pero también nos han marcado a fuego Nirvana, Pearl Jam o Giant Sand. Un lío. Con todo, en el disco igual las canciones que más destacan sí son las más campestres, pero creo que tienen igual o mayor peso otras sonoridades.

En Gernika se vive muy bien, pero ¿en qué lugar de EEUU les gustaría pasar una temporada?

Hannot: Ahora mismo, cerca del delta del Mississippi, Nueva Orleans o Nashville, pero tampoco nos sentiríamos extraños en Washington, Seattle o Tucson, cerca de Howe Gelb y Giant Sand, que para mí es un referente como creador, de mente muy abierta y espíritu muy libre.

Quizá alguna mente piense que están colonizados.

Hannot: No debiera ser así. Hay muchos artistas cercanos (no sólo en lo musical) que seguimos y son influencias muy profundas para nosotros. Además, ¡nosotros somos tan de aquí...! Se nos nota y estamos orgullosos de ello. Añadiría que el usar o no el euskara es una opción que me planteo cada vez que pongo letra a una canción. Es algo que, de alguna manera, nos preocupa, en tanto que nos desvela comunicarnos.

La música de Audience tendrá un origen y un soporte para la evolución: ¿la casualidad, los discos de los aitas...?

Gaizka: Supongo que hay un poco de todo lo que comentas. Discos de aita hay, viaje a Estados Unidos, que nos ayuda a utilizar el inglés sin complejos, también, y la casualidad de juntarnos cinco chicos de Gernika que comparten afición por la música, de nuevo también. De lo que no estoy seguro es de saber en qué onda musical estamos. Me refiero a que somos conscientes de que hay una evolución, de que mejoramos y de que nos resulta más fácil arreglar, interpretar y grabar, pero no controlamos al cien por cien esa evolución. No decimos «vamos a hacer una canción country» y, en ese sentido, es difícil responder a qué es lo que nos ha traído hasta aquí.

En esta nueva entrega son más comedidos con las voces, menos «aullidos».

Hannot: Con el tiempo vas aprendiendo y los registros se van ampliando, incluso los de la voz... Yo creo que esta vez nos ha apetecido crear más melodías, lo de aullar ya lo habíamos hecho (y bueno, creo que no lo dejaremos nunca del todo) y nos ha apetecido probar otras formas de interpretar vocalmente.

Llama la atención el rumbo vocal de «The chance of my live» y «Midnight kiss», muy dulce.

Gaizka: Tienes razón, esas canciones tienen un timbre y un aire distinto. La voz de Ager tiene matices diferentes respecto a la de Hannot o la mía. Canta de manera más pausada, en algunos momentos es como si hablara guiándose por melodías. Estas son tan claras que ni Hannot ni yo vemos la necesidad de contribuir, aunque esto nos abre nuevas posibilidades.

Ficha

Disco:

«A shake in calm water».

Sello: Bidehutz.

Disponibilidad: Ya a la venta.

Componentes: Hannot Mintegia (voz, guitarra, trompeta), Gaizka Insunza (voz, guitarra, piano, saxo), Ager Insunza (voz, violín, pedal steel, guitarra, piano), Andoni Lauzirika (bajo) y Mikel Sagarna (batería).

Conciertos: 1 de abril, más Willis Drummond, en Silocybenea (Hondarribia).

15 de abril, más The Riff Trucker en Ondarroa Kafe Antzokia.

23 de abril. en Lugaritz, de Donostia.

30 de abril, más Manett, Plateruena de Durango.

CAMBIO VOCAL

«Esta vez nos ha apetecido crear más melodías. Lo de aullar ya lo habíamos hecho, y nos ha apetecido probar otras formas de interpretar»

ALBEDRÍO

«No decimos `vamos a hacer una canción country', y, en ese sentido, es complejo responder a qué es lo que nos ha traído hasta aquí»

Tango, rumbita y rock en el disco más plural del quinteto

No hay que dar muchas vueltas a «A shake in calm water» para descubrir que es el disco más plural de Audience en sus diez años. Tampoco extraña, son músicos que manejan con soltura sus instrumentos. Aún más, es gente que se preocupa por avanzar y ampliar el número de instrumentos: «Creo -comenta Gaizka-que ha sido el propio grupo el que nos ha llevado a tomar decisiones individuales de empezar a aprender a tocar nuevos instrumentos. Audience nace como un cuarteto clásico de rock. La incorporación de Hannot (guitarra, trompeta y voz) nos abre un montón de puertas y decidimos incorporar teclados en la banda. Desde entonces hemos ido aportando violín, pedal steel, armónica y saxo. Tampoco es que seamos músicos de conservatorio, pero hemos aprendido a utilizar los instrumentos en beneficio de la canción y no al revés. Es verdad que nuestras canciones son exigentes, y que a veces nos solicitan que vayamos al límite de nuestras posibilidades como instrumentistas (en mi caso, sobre todo en lo que se refiere al saxo), pero es un riesgo que nos gusta tomar». Y lo demuestran en esta cuarta referencia, ya que a su habitual sonido se añade un tango, una especie de rumbita, algo de progresivo («You don't have to»), instrumentales fílmicos y pop. Todo con una clase inhabitual entre nosotros.

P. C.

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