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Derrota en el Calderón

La faena sin rematar trunca una oportunidad de oro

Un gol de Diego Forlan ajustició al equipo bilbaino, que pagó muy cara su falta de definición en los últimos metros.

ATLETICO 2

ATHLETIC 0

Amaia U. LASAGABASTER

El Athletic desperdició una oportunidad magnífica de consolidar sus aspiraciones europeas. No sólo porque la jornada había sido propicia en otros escenarios, con tropiezos para Deportivo, Sevilla y Mallorca, sino también por lo que sucedió en el Vicente Calderón, donde el equipo bilbaino bien pudo sumar los tres puntos.

Porque el temor con el que había viajado el Athletic a Madrid, que los colchoneros tuviesen uno de esos días en los que no hay rival que les tosa, desapareció antes de que se cumpliese el primer minuto de partido. Más o menos lo que tardó en protagonizar su primera llegada al área el equipo vizcaino, que tuvo muchísimas más a lo largo del partido, pero que, muy desacertado de cara a puerta, fue incapaz de rematar la faena. Lo contrario de su rival, que recurrió al olfato de su pareja de goleadores para que resolviesen la noche en dos de sus contadas ocasiones.

En definitiva, que no hubo la más mínima recompensa para el esfuerzo del equipo. Algo que no es nuevo -el empate cedido ante el Getafe cuatro días antes, sin ir más lejos-. Y es que, pese a que la imagen del Athletic está siendo francamente buena en las últimas jornadas, a los de Joaquín Caparrós parece atacarles la misma europeítis que a sus rivales en la parte alta de la clasificación. Cuando no es algún despiste defensivo, es el portero rival, y cuando no, la falta de acierto, o la noche de gloria del árbitro de turno, o el inevitable gol de rebote. O, como insiste el técnico, que ganar partidos es definitivamente muy difícil. Al menos, al Athletic le está costando en las últimas semanas tanto como a -ni tan mal, porque las opciones siguen intactas- Mallorca, Sevilla y Deportivo, que se mantienen apretujados en un puñado de puntos.

La actuación de los bilbainos en el Calderón, de todos modos, tampoco fue redonda. Sobre todo por esa falta de chispa, o de definición, ante la portería colchonera. Pero también por algunas fases de tontera, que permitieron estirarse al rival y que acabaron propiciando un par de ocasiones que, ante jugadores como Agüero o, sobre todo, Forlán -once goles le ha hecho ya al Athletic-, tienen muchos visos de acabar mal.

Sin puntería

Hubo que esperar bastante para que las esperanzas con las que había llegado el Athletic a Madrid empezasen a desinflarse. Porque la primera parte fue claramente visitante, hasta rozar el monólogo por momentos. Por ejemplo en los primeros minutos, en los que los bilbainos se hincharon a robar balones y buscar las cosquillas a De Gea que fue -también es mala suerte-, junto a sus dos delanteros, el mejor de los colchoneros. La madera también se alió contra el Athletic y, a los ocho minutos, repelía un voleazo de Llorente.

Hubo que esperar casi media hora para ver la primera ocasión clara del Atlético, un balón franco para Jurado que se le fue alto. Primera y prácticamente la última hasta el descanso, porque el balón y las oportunidades siguieron siendo visitantes de manera prácticamente exclusiva. Pero el gol, bien porque De Gea abortó un jugadón de Llorente, bien porque tantas piernas en el área impidieron que Llorente rematara un balón tras taconazo de Iturraspe, bien porque los bilbainos erraron en el último toque, no llegó.

Aunque el segundo tiempo empezó con la misma pinta, el partido fue degenerando conforme avanzaron los minutos. Sobre todo cuando Forlán, desaparecido hasta entonces, aprovechó uno de los escasos despistes de la zaga para recibir solo el balón y batir a Iraizoz de disparo cruzado.

No le sentó bien al Athletic, que esta vez no supo sobreponerse. Las ocasiones siguieron llegando, pero cada vez -pese a que a Caparrós le tocó meter dinamita y aire fresco y Susaeta, Muniain y Yeste saltaron al campo- de manera más espaciada y con un equipo que fue perdiendo la fe antes de lo que suele ser habitual. Y lo que es peor, el Atlético necesitó hacer muy poco para encontrar algún que otro hueco por el que amagar con la sentencia.

Llegó a cuatro minutos del final, cuando Agüero aprovechaba un rebote para entrar en el área, anotar el 2-0 y dejar a su rival con un palmo de narices.

Alemany prefiere un acuerdo amistoso, pero está dispuesto a ir a la guerra por el caso Aduriz

En el Mallorca no ha sentado muy bien la denuncia interpuesta por el Athletic ante la Comisión Jurisdiccional de la Federación Española, por el impago de parte del traspaso de Aritz Aduriz.

El propietario y consejero delegado del Mallorca Mateo Alemany aseguró ayer que su deseo pasa por alcanzar un acuerdo amistoso con Ibaigane, «como ha sido nuestra norma de actuación con todos los clubes», pero también que no se quedará de brazos cruzados. «Si el Athletic quiere guerra, la tendrá», subrayó Alemany, según informó EFE.

Y es que la denuncia puede dejar al Mallorca, ahora mismo en la cuarta plaza de la clasificación, fuera de competiciones europeas, ya que la UEFA no concede licencias a clubes con impagos a jugadores o a otros clubes.

Los baleares deben aún al Athletic 1.950.000 euros por el traspaso de Aritz Aduriz. Los últimos 700.000 no deben hacerse efectivos hasta el próximo verano, pero el Mallorca sí debía haber pagado 1.250.000, correspondientes al pago del pasado mes de enero. El pagaré llegó a Ibaigane, pero venció sin que se pudiese hacer efectivo. Teniendo en cuenta que no era la primera vez que surgían problemas de este tipo y vista la crítica situación económica del Mallorca, el Athletic presentó la denuncia por impago.

Lo más curioso es que el Mallorca afronta un proceso similar, aunque inverso, con el Deportivo, que le adeuda casi 500.000 euros por el traspaso de Albert Luque en 2002. Los baleares, de hecho, han solicitado el embargo, admitido por el juzgado, del taquillaje de Riazor.

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