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«El proyecto nacional es la clave para que el proceso sea viable»

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Vladimir Peñafiel
Militante del movimiento boliviano MAS

La aportación de Kamaradak hará que GaztEHerria acoja este viernes a representantes de algunos de los pueblos oprimidos del mundo. Una delegación internacional compuesta por cerca de ochenta jóvenes está aterrizando ya en suelo vasco. Peñafiel viene de Bolivia para dar cuenta de su experiencia.

Oihana LLORENTE |

Sólo lleva dos días en Euskal Herria y se muestra «sorprendido» por el gran nivel de compromiso de la juventud vasca. Cree que el proceso que se está dando en su país es irreversible y anima también a los vascos a no dejar de luchar y de construir las condiciones necesarias para desarrollar algo similar en Euskal Herria.

Forma parte de una delegación internacional. ¿Qué labor pretende realizar entre nosotros?

Compartir la experiencia bolivariana. El enemigo, el imperialismo, ahora es global, y hay que enfrentarlo con una acción colectiva. Tenemos que lograr que el siglo XXI sea el siglo de los pueblos, de la reivindicación de sus derechos. Y eso estamos haciendo en Bolivia. No somos una copia de Venezuela ni de Cuba, y queremos dar a conocer nuestra experiencia. Pero tampoco queremos que ustedes lo copien, lo que queremos es compartir nuestra vivencia para que no cometan los mismos errores que cometimos en mi país.

Acaba de llegar a Euskal Herria, ¿qué se ha encontrado?

Estoy muy sorprendido. Me ha llamado mucho la atención la autonomía de la juventud vasca, cómo se autoorganizan sin mandato de nadie. Veo que existe una fuerte conciencia de formar parte de los problemas de su país, y a la vez de pronunciarse sobre ellos contando con una determinada posición política. En todas las actividades que desarrollan existen un alto contenido ideológico, no hacen nada por hacer, no son acciones va- cías. La independencia es la orientación y el eje central de su discurso y su práctica. He encontrado otras cosas que ya me esperaba, como una sociedad altamente politizada, muy consciente de su historia y muy consciente también de lo que quiere ser.

¿Qué significado tiene para ustedes la independencia?

Los pueblos originarios están luchando por su autodeterminación en el marco del Estado, en el marco de la unidad. La nueva Constitución ha reconocido ahora lo que en realidad existía, la pluralidad, la diferencia. Nos hemos dado cuenta de que en Bolivia no hay sólo una religión, ni un un solo idioma. No somos iguales y la nueva Constitución reconoce esa pluralidad. Para nosotros la independencia tiene que ver con eso, con la unidad del Estado plurinacional, y con plantear la construcción de un Estado más digno, más equitativo. Sin ninguna injerencia, nosotros como dueños de nuestro destino.

¿Qué aportación hace la juventud en esa construcción?

El movimiento juvenil es muy importante. Significa la esperanza que se tiene en el país. Este sector garantizará la aplicación de la nueva Constitución, garantizará la profundización del proceso de cambio y hasta la propia democracia. Hay conciencia de reconocer el rol del joven.

¿Se toma, por tanto, en consideración su opinión?

Sí, pero el Estado y las organizaciones no dejan de ser adulto-centristas, por lo que hay una cierta limitación de cara a la participación juvenil. Es normal en ciertos espacios, pero también es un reto para los jóvenes. No pedir la palabra sino tomarla, eso es lo que debemos hacer.

¿Cómo se entiende el proceso bolivariano?

Es hora de crear alternativas y el proceso bolivariano es una alternativa al imperialismo. Es la unión de varios paises que luchamos por cuestiones comunes, por nuestros derechos. No somos un feudo, ni una isla, debemos estar relacionados con los pueblos latinoamericanos y en este caso también con el pueblo vasco, para impulsar acciones conjuntas.

¿Cómo ve el futuro?

Este proceso ya no tiene marcha atrás, es irreversible. La pirámide en Bolivia está ahora invertida. Son los pueblos indígenas, los campesinos, la sociedad en general, quienes deciden.

¿Cuál ha sido la clave para que el proceso sea irreversible?

Que el proyecto político sea un proyecto nacional. No es sectario, ni de clase... y por eso es viable. Se pretende dar una alternativa al imperialismo y por eso hay que respetar todas las percepciones. Bolivia es de muchos colores y el MAS también.

¿Y cómo ve el futuro de nuestro país?

Lo veo con mucha esperanza, hay una conciencia política muy clara de lo que se tiene y se quiere, pero no se consigue la meta porque las condiciones no están dadas. Hay persecución política, hay criminalización... Nosotros también hemos pasado por ello, pero no se debe dejar de luchar y de crear las condiciones para hacer realidad la independencia.

IMPERIALISMO

«El imperialismo es el enemigo común y hay que enfrentarlo con una acción colectiva. El proceso bolivariano es una alternativa viable»

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