El Movimiento Al Socialismo (MAS) del presidente de Bolivia, Evo Morales, ganó en cinco de las nueve gobernaciones en juego en las elecciones regionales del domingo, pero, según AFP, fue derrotado en siete de las diez principales ciudades, incluido su bastión de La Paz, donde se daba por descontada su victoria. El MAS se impuso en los departamentos andinos de La Paz, Oruro, Potosí, Cochabamba y Chuquisaca y perdió en Santa Cruz y Tarija, donde se encuentran las principales reservas de hidrocarburos del país, además de en Beni.

Según Efe el recuento en Pando fue aplazado hasta hoy, pero Telesur y la Agencia Boliviana de Información adjudicaron Pando al MAS y lo consideraron un revés para la derecha opositora.

Varios analistas citados por AFP consideraron que el hecho de que Morales no refrendara en las elecciones regionales su triunfo aplastante (64%) de las presidenciales de diciembre es una señal clara del pueblo boliviano de que tiene que apostar por la concertación y evitar la confrontación ideológica.

Con resultados extraoficiales en mano, Morales declaró la noche del domingo a su partido como vencedor, pues dijo que obtuvo más concejales y goberna- dores que en 2005, cuando se realizaron las anteriores elecciones regionales y municipales.

No mencionó la derrota en siete de las nueve capitales departamentales, incluida La Paz. Una décima ciudad, El Alto, que por ser una de las más pobladas del país tiene un enorme peso político, sí se la adjudicó el MAS con un 39% de los votos, un resultado sorprendente ya que Morales ha dominado allí en todas las elecciones con un respaldo superior al 70%.

El presidente llamó a la oposición a sumarse al cambio.

«Concordia»

Varios líderes opositores que, según los sondeos, revalidaron sus mandatos ofrecieron al presidente, Evo Morales, «concordia» y trabajo conjunto en beneficio del país, informó Efe.

El más claro de ellos fue el reelegido gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, quien afirmó que llegó la hora de «aportar» para «construir el futuro» de Bolivia. Señaló que propondrá «un pacto de concordia nacional», aunque advirtió: «Que nadie confunda nuestra mano tendida con una mano rendida».

En similares términos se expresó el también reelegido alcalde de Potosí, René Joaquino.

El gobernador de Tarija, Mario Cossío, dijo que las victorias de la oposición son «un mensaje político de que Bolivia no quiere un régimen totalitario».