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«Hay dificultades, pero es una oportunidad para relanzar un movimiento campesino más luchador»

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¿Qué consecuencias ha tenido el golpe de Estado para el movimiento campesino en concreto?

El golpe desenmascaró a todo el mundo, y dividió el país entre golpistas y antigolpistas en todos los sectores de la sociedad; hay algo que no se dice mucho, pero que es real: en la Resistencia hay empresarios, abogados, médicos... Yo creo que incluso habrá militares que simpatizan. Nos han dicho por ahí (ríe).

En el ámbito campesino, Cornelio Chirino, coordinador del Consejo de Organizaciones Campesinas de Honduras (COCOCH), resultó golpista. Esto ha generado un gran impacto interno y seis de las nueve organizaciones del COCOCH han decidido suspender a este seño, porque no aceptan que el movimiento campesino esté manipulado por los grupos de poder.

Hay dificultades, pero es una gran oportunidad para una especie de relanzamiento del movimiento campesino, del movimietno social hondureño, haciéndolo más reivindicativo, más luchador.

¿En qué medida influye la falta de una reforma agraria real?

Un problema histórico grave en Centroamérica ha sido la injusta distribución de la tierra; fíjate sino en que la confrontación armada en El Salvador, Guatemala y Nicaragua fue en gran medida por el problema de la tierra.

La Ley de Modernización Agrícola y los agrocombustibles no han hecho más que dificultar la situación y establecer el modelo neoliberal en la agricultura.

En Honduras igualmente vamos a luchar por una nueva legislación agraria, por la derogación de la Ley de Modernización Agrícola. Por ello, organizaremos foros y movilizaciones en el marco del Día Internacional de la Lucha Campesina, el 15 de abril. Este año es el año de la movilización social, campesina y de la Resistencia por temas tan fundamentales como la reforma agraria.

¿Qué acciones concretas viene realizando la Vía Campesina?

Estamos lanzando campañas contra la violencia hacia la mujer en todo Centroamérica, como hicimos el pasado 8 de marzo.

Queremos, además, que haya leyes sobre soberanía alimentaria. Ya se ha logrado Brasil, Venezuela y Ecuador. De manera que hay mesas de cinco, diez y quince organizaciones a nivel de cada país articuladas en Vía Campesina Centroamericana para ver estos temas.

Estoy convencido de que en América Latina construimos una parte libre y soberana, que será un ejemplo de justicia social para otros países del mundo I. R.