Las banderas ondearon ayer a media asta en Bruselas en señal de duelo por la muerte, entre otros altos cargos polacos, del presidente, Lech Kaczynski, en accidente aéreo.

En una medida inusual, todas las reuniones eurocomunitarias de ayer fueron precedidas por un minuto de silencio.

La Presidencia de turno española fue más allá y pidió a los ciudadanos de la Unión que guardaran al mediodía de ayer un minuto de silencio en señal de duelo. La bandera española ondeaba ayer a media asta en todos los edificios públicos.

«Indescriptible»

El también polaco y presidente del Parlamento de Estrasburgo, Jerzy Buzek, justificó esta jornada de duelo en el ámbito institucional de los Veintisiete recordando que nunca antes «tantas personalidades elegidas democráticamente» habían muerto en Europa en un accidente de este tipo.

Esta circunstancia, concretamente el hecho de que fueran en el mismo vuelo el presidente y la plana mayor del Ejército polaco, amén de otras altas autoridades, ha pasado prácticamente desapercibida en un clima de consternación total en el país.

Precisamente, el presidente en funciones, Bronislaw Komorowski, anunció que su primera orden será revisar las reglas de viaje de los altos cargos. Y es que, junto al presidente, murió la cúpula militar, el director del Banco Central y varios viceministros del Gobierno.

También el Gobierno ruso decretó el de ayer día de luto a nivel federal. El avión se estrelló en suelo ruso, concretamente en el aeropuerto de Smolensk.

Miles de ciudadanos polacos velaron durante toda la noche del domingo a las puertas del palacio presidencial, ante el que lucía un mar de velas y flores.