No está el ambiente para bromas en el entorno unionista. La derrota del sábado ante el Elche por un contundente 0-3 ha tocado la moral de los aficionados y, sobre todo, la de los jugadores irundarras.

El centrocampista Markel Robles señaló ayer que la derrota les ha dejado «muy tocados», pero recalcó que «hay que levantar la moral» porque «todavía» quedan puntos en juego y «es posible» conseguir la permanencia.

No obstante, reconoció que el Unión jugó un mal encuentro y su rival fue superior: «Ha sido un mazazo bastante grande porque teníamos la ilusión de ponernos a dos puntos de la salvación, pero hicimos un partido muy malo y ellos fueron superiores».

A olvidarse de las cuentas

Asimismo, el guipuzcoano destacó el buen hacer del Elche que «es un bloque muy serio y muy fuerte» que se impuso «en casi todas las facetas del juego», algo que se reflejó en el resultado final con la mayor goleada encajada en Gal.

El vestuario trata de pasar página cuanto antes e intentar centrarse en la próxima jornada, y es que en Irun no quieren hacer cuentas y sólo piensan en ir partido a partido para intentar salir de la complicada situación en la que están.

«Sabemos que está difícil pero si nosotros no confiamos en nosotros mismos, nadie lo va a hacer. Todavía tenemos nuestras opciones y lo importante es seguir trabajando para ello», finalizó.