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El periodismo sin fines de lucro y en internet se «corona» en los Pulitzer

Una de las más importantes representantes de lo que se ha venido a llamar el «non-profit journalism», la organización sin ánimo de lucro ProPublica, que publica información on line, ganó ayer un premio Pulitzer por un reportaje de investigación sobre el huracán Katrina. Esta nueva tendencia informativa y también internet se «colaban» así por primera vez en los más prestigiosos galardones periodísticos de Estados Unidos.

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A.EREÑAGA | DONOSTIA

Cuando Joseph Pulitzer (1847-1911), el creador de estos prestigiosos galardones del mundo de la comunicación y el arte de Estados Unidos, escribió su testamento sólo mencionó trece categorías de premios (cuatro de periodismo, cuatro de literatura, cuatro de teatro y uno de educación). Aunque, con buen criterio, el editor estadounidense dejó escrito que un comité revisase las categorías. De hecho, estas han ido aumentado y diversificándese hasta llegar a los actuales 21 galardones. Pero al viejo Pulitzer seguramente no se le pasó por la cabeza que a estas alturas el periodismo entrase en crisis en barrena y que, como respuesta, surgiese un fenómeno prometedor: el del periodismo sin fines de lucro cuyo soporte económico procediese de donaciones multimillonarias de filántropos con conciencia social y de ONG especializadas, y cuyo su soporte «físico» fuera internet. Anoche, y como es tradicional, la Universidad de Columbia fue escenario de la lectura del palmarés de la 94 edición de estos premios elegidos por un jurado compuesto con 102 personas, que selecciona los que considera los mejores trabajos periodísticos, literarios y musicales difundidos en Estados Unidos durante el último año. Cada premio está dotado con 10.000 dólares, con excepción del dedicado al Servicio Público, que consiste en una medalla.

Doble presencia de la Red

ProPublica (www.propublica. org) es uno de los principales representantes del «non-profit journalism», una tendencia con epicentro en Estados Unidos pero que se va extendiendo a otros países y que tiene como principal característica que no depende de la publicidad para subsistir. De hecho, los analistas consideran que en el futuro el mejor periodismo de investigación procederá de los non-profit, ante lo difícil que resulta para los medios tradicionales -es extremadamente caro-. El Pulitzer lo ha ganado Sheri Fink por «The Deadly Choices at Memorial», un reportaje de investigación sobre las controvertidas muertes en un hospital de Nueva Orleans tras el huracán Katrina. El artículo fue publicado en colaboración con «The New York Times Magazine».

El premio al mejor reportaje de investigación lo compartieron con las periodistas Barbara Laker y Wendy Ruderman del «Philadelphia Daily News», por un artículo sobre irregularidades en una brigada policial de narcóticos, que condujo a una investigación por parte del FBI.

Respecto al resto de los 21 galardones, llama también la atención la presencia doble de internet en el palmarés con el premio obtenido por la web www.sfgate.com, del «San Francisco Chronicle», que ganó un Pulitzer por una tira cómica, categoría que por primera vez fue a parar a una tira publicada en Internet.

En cuanto a la «pelea» de los grandes medios -no en vano son el «barómetro» del prestigio en EEUU-, el «Washington Post» batió con cuatro premios al «New York Times», que obtuvo tres. El diario de la capital federal, gran perdedor el año pasado al obtener únicamente un Pulitzer, se coronó en categorías tan importantes como información internacional, en la que el periodista Anthony Shaid ganaba por segunda vez -la anterior fue en 2004- este premio por sus reportajes sobre Irak. También ganó en reportaje, editorial y crítica. En reportaje fotográfico, por cierto, el premio fue para Craig D. Walker, del «The Denver Post», con «un íntimo retrato de adolescentes que se unen a la milicia norteamericana en pleno conflicto de Irak».

NUEVO ESCENARIO

ProPublica es un centro de investigación periodística sin fines de lucro, con sede en Manhattan, que ha devenido uno de los principales jugadores en el nuevo escenario del periodismo de investigación. Tiene una redacción de 32 periodistas y sus fondos proceden de donaciones, aunque su mayor «proveedor» es la fundación Sandler.

La historia no contada de la Guerra Fría

Pero los Pulitzer también tienen su importancia en Letras, Teatro y Música. Mientras que en ficción no se cumplían las quinielas -Paul Harding, quien ganó con su novela «Tinkers», sobre la relación entre un padre y su hijo en Nueva Inglaterra, no aparecía en ninguna de ellas-, en no ficción obtenía el premio David E. Hoffman por «The dead hand: the untold story of the Cold War arms race and its dangerous legacy» (La mano muerta: la historia no contada de la carrera armamentista de la Guerra Fría y su peligroso legado), una narración documentada que examina la terrorífica competencia entre dos superpotencias y cómo las armas de destrucción masica aún amenazan a la humanidad. En historia ganó «Lords of Finance: The Bankers Who Broke the World», de Liaquat Ahamed (The Penguin Press), elegido también mejor libro de negocios de 2009 por el «Financial Times», un libro premonitorio sobre «los banqueros que se cargaron el mundo» en el periodo anterior a la Gran Depresión del siglo XX. Y en teatro, la comedia musical «Next to Normal», una obra multipremiada en Broadway.

E.E.

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