Los rojillos no supieron sentenciar
El Málaga sale más favorecido de los errores defensivos
La escuadra navarra se dejó sorprender en dos ocasiones y acabó pagándolo muy caro. El doblete de Pandiani no sirvió para imponerse a un enemigo que se mostró bastante inferior a los locales.
OSASUNA 2
MÁLAGA 2
Natxo MATXIN
Los errores se pagan caros y más en el caso de Osasuna, un conjunto al que le cuesta horrores marcar goles. Los fallos defensivos determinaron un encuentro que los rojillos bien pudieron sacar adelante ante un rival sensiblemente inferior, pero ante el que acabaron cediendo un punto por la falta de intensidad que demostraron en algunos intervalos del choque. «Punto ser punto», sobre todo a estas alturas de temporada, pero tras el doblete de Pandiani se quedó la sensación de que supo a poco tal y como se desenvolvió el envite por ambas partes.
De hecho, faltó un tris para que se repitiera la historia del domingo. El reloj apenas había superado el minuto uno y Osasuna ya tuvo una ocasión clarísima para ponerse por delante en el marcador. El esférico golpeó en la base del larguero tras perfecto cabezazo ejecutado por Pandiani a un no menos preciso envío de Azpilicueta desde la banda derecha.
Fue el precalentamiento del charrúa. Porque ocho minutos más tarde, el pichichi acrecentó su estatus consiguiendo la novena diana liguera. El Málaga, especialmente el central Orozco, demostró sus carencias a las primeras de cambio. Pandiani se aprovechó de ello y acompasando la llegada del magnífico envío de Camuñas perforó las redes de Munúa.
El problema para los visitantes no era sólo ir por detrás en el marcador sin apenas haber sudado la camiseta, sino lo fácil y cómodo que Osasuna movía la pelota de medio campo hacia adelante. Los rojillos trenzaban ante el alborozo de la grada, que disfrutaba del resultado y de las evoluciones de los suyos quienes, como ante el Zaragoza, esperaban al rival y salían rápido buscando su espalda. El balón iba de un lado a otro con los malacitanos siempre corriendo detrás de él.
Vuelta a empezar
Todo iba sobre ruedas hasta que llegó el gol tonto de la jornada. Duda se coló por la izquierda, Sergio tuvo que salirle al paso, pero le superó con un centro raso para que, primero Ricardo tocando con la punta de los dedos y después involuntariamente con el talón Josetxo, dejaran ambos el balón franco a Caicedo para sólo tener que empujarlo a las mallas.
Ello le obligó a los locales a volver a replantearse su estrategia, pero los malagueños ya le habían cogido el sitio a El Sadar y una dosis importante de confianza tras perforar la meta de Ricardo. Al fin y al cabo, les iba la vida en el encuentro, mientras que los de Camacho podían gestionar mejor el apartado de la ansiedad. El Málaga ganó en autoestima y sus andanadas llevaban más peligro, pero fue Aranda quien pudo volver a ponerles por detrás en el electrónico. El paisano se movió bien esperando la pared de Camuñas, pero estuvo lento cuando el balón se le quedó para engatillar con la zurda. Los defensas se le echaron encima y abortaron la magnífica ocasión.
Pero Osasuna es ahora un equipo de inicios. Salió de vestuarios y volvió a mandar en el marcador. Y otra vez Pandiani, que ya está en números dobles. Y nuevamente fallando la defensa malacitana. Iván González se la peinó y el Rifle no desaprovechó el regalo. Puestos a contarlo todo, hubo una mano previa clara de Monreal antes de poner el centro, pero Muñiz empezaba a sufrir de cataratas.
Y el segundo tanto rojillo volvió a causar el mismo efecto que el primero. Dio poso a los anfitriones, que volvieron a mejorar en el manejo del cuero y llegando al área rival, mientras que dejó muy tocados a los andaluces. Los de Muñiz apenas pasaban a duras penas del medio campo y daban una sensación francamente pobre.
El Málaga se repone
De hecho, le costó hasta el 67 reponerse del mazazo. La entrada de Forestieri y una pérdida rojilla en el medio campo propició el lance, pero Ricardo estuvo ágil para sacar con su manopla un lanzamiento raso y complicado del joven jugador argentino. El cancerbero rojillo volvió a repetir una meritoria intervención poco después, pero esta vez su rechace al cabezazo de Baha -en posición dudosa- cayó a los pies del propio delantero malacitano, que esta ves sí que no perdonó para poner la a la postre definitiva igualada en el electrónico.
El Málaga estaba empatando sin hacer grandes méritos para ello -había llegado en tres lances a la meta rojilla- y se llevaba un premio más suculento del esperado visto su juego. Incluso la injusticia pudo ser mayor si Forestieri hubiera alcanzado un envío rápido y raso al que no llegó por poco, fruto de otra pérdida en la medular.
El final fue de locos. Más por el protagonismo que quiso atribuirse Muñiz Fernández que por otra cosa. Hasta entonces estaba siendo equitativamente malo para ambas partes y en el último tramo acentuó su dinámica. Dos expulsiones en el descuento, jugadas conflictivas ante las que tiró de miopía y consecuente pañolada en la grada. El Málaga volvió a salir indemne de El Sadar.
No tenía el técnico rojillo, José Antonio Camacho, cara de estar muy satisfecho con el rendimiento de los suyos cuando se presentó ante los medios de comunicación. Le faltó tiempo para señalar que «es increíble que nos hayan metido dos goles, no hemos tenido un poco de inteligencia...».
«Ha habido un momento en el que nos hemos gustado demasiado y bajamos la tensión defensiva, hacer una falta que no hemos hecho y nos meten el segundo -hurgó en la herida-. Hay que terminar las jugadas en un tiro o en una falta. Desde luego si no tenemos más puntos es por algo porque oportunidades hemos tenido muchísimas».
No todo le disgustó de su equipo porque «en la salida me ha gustado mucho, después menos. En la segunda parte se ha volcado y ha dominado al contrario, pero siempre tenemos que hacer muchísimo más que el contrario para sacar lo mismo o menos».
Como suele ocurrir en el fútbol, cada uno ve la feria a su manera. Para el preparador del Málaga, Juan Ramón López Muñiz, su conjunto «hizo méritos para llevarse los tres puntos» en un partido «muy igualado» en el que Osasuna «nos hizo gol en su primer y segundo disparo a puerta».
Habrá que suponer que va en el sueldo, porque sorprendentemente alabó el juego de sus pupilos, a los que vio «muy enteros y mentalizados», preparados para disputar encuentros «como éste, en los que va a haber tensión de aquí en adelante». N.M.