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Un histórico debate a tres calienta la campaña electoral británica

Los espectadores británicos asistieron ayer al primer debate electoral televisado entre candidatos que se ha celebrado en Gran Bretaña. La inusual presencia del Partido Liberal-Demócrata se debe al empate técnico que las encuestas dan a los tradicionales rivales, laboristas y conservadores, que hacen que el papel de los liderados por Nick Clegg pueda resultar decisivo a la hora de decidir quién será el nuevo primer ministro británico.

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Un debate sin precedentes entre los candidatos de los tres principales partidos británicos (laboristas, conservadores y liberal-demócratas) calentó la campaña para las elecciones legislativas del 6 de mayo, en la que los laboristas y conservadores están empatados técnicamente.

Esta circunstancia explica la inusual presencia de los liberal-demócratas en los debates electorales, que tradicionalmente se han realizado en Gran Bretaña con el formato de cara a cara entre los candidatos laborista y conservador.

De este modo, el primer ministro laborista, Gordon Brown; el candidato conservador, David Cameron; y el líder liberal-demócrata, Nick Clegg; participaron en un debate televisado desde Manchester, dedicado a la política interior y organizado al milímetro.

El debate a tres se repetirá el 22 y el 29 de abril para mostrar las posturas de cada candidato sobre política exterior y economía.

«Gordon Brown es cerebral y David Cameron es un buen orador, igual que Nick Clegg», explicó Robert Phipps, experto en lenguaje corporal.

Pese a que Brown ocupa el cargo de primer ministro, los analistas consideraban que Cameron tenía ayer mucho más que perder, ya que el candidato laborista se sitúa por detrás en las encuestas.

En este sentido, Brown recibió ayer mismo, antes del debate, una ayuda inesperada gracias a la publicación en «The Daily Telegraph» de una carta de 58 economistas de todo el mundo que consideran que el proyecto conservador de reducir el déficit público «tiene el peligro de volver a hundir al país en la recesión».

Los tories (conservadores) movilizaron a sus seguidores, invitándoles a organizar «veladas de visionado» con sus vecinos y amigos «en torno a una pizza».

Ante las cámaras, los candidatos destacaron la importancia de las próximas elecciones. «Nos estamos enfrentando a la mayor crisis financiera de nuestras vidas», destacó Brown, quien subrayó que gracias a su Gobierno el país «se dirige hacia la recuperación y al camino de la prosperidad».

Por su parte, Cameron reconoció el descrédito que para la clase política ha supuesto el escándalo de los gastos en el Parlamento. «Podemos seguir como estamos o no, el Reino Unido puede estar mucho mejor», añadió, destacando que los conservadores combatirán la deuda pública e impulsarán el empleo y la economía.

Clegg apeló a «la fantástica oportunidad que supone las próximas elecciones para hacer las cosas de forma diferente y poder crear una sociedad justa, el país justo que todos queremos», para lo que prometió revisar el sistema impositivo y «hacer frente a banqueros codiciosos» e impulsar «una política decente y abierta».

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La red social Facebook permitió a los internautas comentar en tiempo real su opinión si estaban de acuerdo o no con lo que los candidatos decían. Un gráfico mostró la tendencia de la opinión de los internautas durante la emisión.

El xenófobo UKIP reclama la salida británica de la UE

El Partido de la Independencia del Reino Unido (UKIP), que busca obtener su primer escaño en Westminster en los comicios del 6 de mayo, presentó el martes su programa con la promesa de retirar a Gran Bretaña de la Unión Europea (UE) y prohibir durante un periodo de cinco años la entrada de inmigrantes.

Al dar a conocer su plataforma electoral en Londres, el líder del UKIP, Malcolm Pearson, dijo que «el Reino Unido no podrá afrontar el deplorable y muy preocupante estado de la economía si el país continúa en la UE».

Según Pearson, la participación británica en la Unión le supone al país «un coste colosal», por lo que se mostró a favor de establecer un área de libre comercio con los países de la Mancomunidad Británica de Naciones (Commonwealth), sus antiguas colonias.

El líder de esta formación admitió que no quiere la victoria del candidato conservador, David Cameron, porque éste como primer ministro supondrá «otros cinco años de integración» en Europa.

Esta formación euroescéptica quiere una congelación por cinco años del ingreso de nuevos inmigrantes a Gran Bretaña, el recorte de impuestos y que unos dos millones de empleos públicos pasen al sector privado. GARA

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