GARA > Idatzia > Iritzia> Paperezko lupa

Maite SOROA | msoroa@gara.net

El silencio de los corderos

Después de cinco días de grandes titulares, editoriales con aire de solemnidad y un sinfín de artículos en los que se mostraba el alborozo por la desarticulación de vaya usted a saber qué macroestructuras etarras, aparatos políticos y hasta militares, ayer se hizo un discreto silencio en los medios. Sólo una excepción con cierto aire autocrítico. Lo encontré en «La Gaceta» del Grupo Intereconomía. Lo contaban así: «O los jueces se equivocan o Alfredo Pérez Rubalcaba exageró. El ministro del Interior sacó pecho la pasada semana por la operación de la Guardia Civil contra el aparato jurídico de ETA. Fueron, en total, once detenidos, en dos fases. Primero, la Benemérita apresó el miércoles a diez individuos, entre ellos tres abogados. Después, los agentes franceses arrestaron el jueves a David Plá, presunto jefe de la red de letrados y con un importante peso en el aparato político de la banda asesina. Sin embargo, ayer los tribunales españoles y franceses pusieron en libertad a tres de ellos, desinflando así el éxito del que presumió Rubalcaba». O sea, que el asunto ha cogido tintes de bluf, aunque Grande-Marlaska haya tratado de salvar los muebles con cinco nuevos encarcelamientos. Ya veremos también cómo terminan esos cinco casos. Tiempo al tiempo.

Lo de Pla, desde luego, es de pegada. El ministro del Interior y sus terminales mediáticas le señalaron como «uno de los hombres fuertes del aparato político de ETA» y un juez de París lo mandó a paseo por la ciudad del amor. Los grandes titulares de días anteriores dieron paso a discretitas notas con titulares malintencionados: «La juez Le Vert pone en libertad a David Pla por falta de pruebas», alegaba el belicoso «El Mundo». Si tenemos en cuenta que son eso, pruebas, precisamente pruebas, lo que demanda el Derecho para juzgar o condenar a un ciudadano, la cosa debería estar clara.

También los del Grupo Vocento intentaban sacar la cara al ministro de la porra: «La juez Le Vert consideró insuficientes las evidencias obtenidas contra David Pla por la Guardia Civil». Pues mira por dónde, si son «insuficientes», no serán «evidencias», sino «sospechas». ¿No les parece? Pero de eso mejor ni hablar. Ya hablará Rubalcaba y lo repetirán los medios.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo