El Gobierno chino anunció ayer que ha decretado una jornada de duelo nacional que se cumplirá hoy, exactamente una semana después del terremoto que provocó más de 2.000 muertos en la provincia de Qinghai.

Los equipos de rescate seguían trabajando ayer, al día siguiente de que se localizara a tres supervivientes, pero las condiciones meteorológicas eran muy desfavorables, especialmente debido a las precipitaciones de granizo, según informó a France Presse una ONG local.