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ALPINISMO La carrera hacia los 14 ochomiles

La polémica llega al campo 4

Se reavivan las dudas en torno a la ascensión de la coreana Oh Eun-Sun a la cumbre del Kangchenjunga.
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Imanol INTZIARTE

La carrera por ser la primera mujer del mundo en hollar las cimas de los catorce ochomiles se aproxima a su línea de meta. Completar la lista es como llegar a la cumbre, y se podría decir que tanto Edurne Pasaban como la asiática Oh Eun-Sun han alcanzado el campo 4, la última estación justo antes del ataque definitivo.

Y a ese campamento de altura ha llegado una tercera invitada, la polémica. La tolosarra ha destapado la caja de los truenos declarando que varios sherpas le han asegurado que la alpinista coreana no llegó hasta la cima del Kangchenjunga... y podría haber más.

Estas confesiones, unidas al malestar por el «marcaje» con el que la expedición coreana ha sometido desde el campo base a la cordada vasca -mediante catalejos, preguntando si realmente era Edurne aquel punto que se veía en la cima...- ha hecho que los tambores de guerra retumben en aquellos valles.

«Algunos metros por debajo»

Los rumores vienen de lejos, desde hace un año. La propia Oh Eun-Sun reconoce que su foto en la cumbre del Kangchenjunga está tomada «algunos metros por debajo» porque «mis sherpas y yo estábamos bajo la amenaza de fuertes vientos y las condiciones meteorológicas podían causar algún accidente en mi equipo en el momento en que alcanzamos la cumbre».

¿Subió después de hacerse las fotografías? Difícil saberlo para quien no estuvo allí y más difícil aún de demostrar. Pasaban asegura tener a varios sherpas dispuestos a testificar, así que habrá que esperar acontecimientos.

Por ahora, la cronista oficial del himalayismo, Elizabeth Hawley, tiene contabilizadas trece ascensiones de la coreana. No obstante, no sería la primera vez que se da marcha atrás y se resta una cumbre.

Todo ha cambiado en poco más de una semana. El día 7, Pasaban narraba en su blog cómo invitó a su rival a tomar el té y le permitió que usara sus cuerdas fijas. «Fue una tertulia muy amena. Le tomamos un poco el pelo, sobre todo Alex, que la conoce desde hace mucho tiempo, y nos reímos un poco. Estuvo bien», narraba.

Nadie es tan inocente como para ignorar que en esta carrera hay mucho en juego. ¿Se daría este nivel de polémica si ambas llevasen cuatro o cinco ochomiles en vez de casi catorce?

Al prestigio deportivo mundial, a la gloria personal que siempre quedará reservada en mayor medida para la primera clasificada, cabe sumar el gancho que supone ser «la número uno» para atraer a potenciales patrocinadores.

Por citar un ejemplo, una televisión surcoreana ha desplazado hasta el campo base un equipo de treinta personas y quiere retransmitir en directo la llegada a la cumbre. Eso requiere un importante desembolso.

Hace falta dinero para montar una expedición, para poder dedicarse profesionalmente a la montaña, pero a cambio las empresas apuestan por el mejor «escaparate» posible para sus marcas. Es así, guste o no, desde el momento en que se entra en cualquier competición.

Porque mucha gente sabe que Reinhold Messner fue el primer hombre en subir a los catorce ochomiles, pero muchos menos recuerdan el nombre de la segunda persona que lo consiguió: Jerzy Kukuczka.

Recordando a Otxoa de Olza

La expedición vasca tiene previsto viajar hoy en helicóptero hasta Katmandú, donde descansarán durante tres días antes de viajar al Tíbet para afrontar la ascensión al Shisha Pangma y completar la soñada lista.

Ya más descansada, Edurne Pasaban quiso transmitir a través de su blog un recuerdo para Iñaki Otxoa de Olza, fallecido en el Annapurna en la primavera de 2008. «Sentí que él estaba en aquella cumbre conmigo, como creo que ha estado a nuestro lado durante toda la ascensión, para que no nos pase nada», explicaba la tolosarra.

Tampoco faltó el agradecimiento a sus familiares y amigos, así como a todas aquellas personas que no cesan de enviarle mensajes de apoyo.

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