Los familiares de los presos políticos vascos Agustín Figal, Asier Oiarzabal y Aitor Kortazar sufrieron cacheos «humillantes» para entrar a las visitas del viernes en la prisión francesa de Clearvoux.

Según explicó ayer Etxerat, fueron objeto de «tocamientos en todas las partes del cuerpo, incluidas las zonas más íntimas». La dirección de la prisión argumentó que se trataba de una medida para todos los presos por un presunto «plan de fuga» y que no se volvería a repetir. Los presos vascos realizaron un plante al que se sumaron otros 60 presos comunes. Se quedaron en el patio hasta que entró la policía y se los llevó a sus celdas.

Etxerat informó que el pasado fin de semana Fernando Elejalde perdió su vis a vis en Puerto II por los cacheos al igual que Jagoba Terrones en Albocaser. En Almería se perdió otro vis a vis y en Murcia otros dos. La madre de Iker Agirre, que es invidente, se quedó sin vis por los cacheos. En la prisión de Topas realizaron chapeos el lunes y el martes en protesta por las agresiones a varios presos y el vis perdido por Zigor Goikoetxea. También denunciaron que familiares que volvían de Dax sufrieron un control en Durango.

Por otro lado, el basauritarra Txus Martin cumple hoy 25 días en huelga de hambre en protesta por la euroorden que le han notificado en su contra. Se encuentra hospitalizado desde el domingo. Por el mismo motivo, lleva doce días de ayuno su vecino Alberto Saavedra. Asimismo, el iruindarra Joseba Fernández lleva dos semanas en huelga de hambre para exigir que sea sacado de aislamiento.