Rusia y Ucrania anunciaron un importante acuerdo que prevé el mantenimiento, más allá de 2017, de la base naval rusa en Crimea a cambio de una sustancial rebaja del precio de gas que Moscú vende a Kiev.

Este acuerdo fue anunciado en plena visita del inquilino del Kremlin, Dimitri Medvedev, a Jarkiv, en el este de Ucrania, la primera de un presidente ruso al país vecino desde 2006. La rebaja es parte del precio de alquiler de la base militar.

El acuerdo prevé prolongar por 25 años más el uso de Sebastopol como base naval rusa, aunque no especifica si es a contar desde ahora o desde la expiración del contrato, en 2017.

El ya ex presidente ucranio Viktor Yushenko hizo de la retirada de la flota rusa bandera política, junto con sus planes para integrar a Ucrania en la OTAN. Su sucesor, Viktor Yanukovich, mantiene una política de equidistancia y logra, con este acuerdo, que Moscú le rebaje 100 dólares por cada 1.000 metros cúbicos (hoy 330 dólares).

Yanukovich, oriundo del este ucraniano industrial - gran consumidor de gas-, podrá así acercarse a las exigencias del FMI (rebaja del 6% del PIB en el déficit presupuestario de este año) para desbloquear fondos previamente prometidos.