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Derbi de la Liga Asobal en Ipurua

La derrota condena al Arrate a seguir sufriendo

San Antonio tuvo que olvidarse de su cita europea ante el empuje de los albiazules.

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ARRATE 28

SAN ANTONIO 35

A.U.L.

Bien porque se trataba de un derbi, bien porque el Arrate necesitaba los puntos para ahorrarse un final de temporada de infarto, Ipurua acogió ayer el partido más intenso de la temporada. Sólo en los últimos minutos pudo soltarse un San Antonio hasta alcanzar el 28-35 final, que refleja poco de lo sucedido sobre la cancha.

Porque los navarros, que siguen con el Naturhouse a tiro, no pudieron pensar un solo instante en su cita europea ante el Gummersbach. Incluso los hombres que viajaron a Eibar entre algodones -a excepción de Nikolic, del que Chechu Villaldea tiró en dos momentos puntuales, cuando peor se pusieron las cosas para su equipo- tuvieron que batirse el cobre para poder sumar los dos puntos.

En la primera parte sólo les sirvió para que el marcador caminara igualado hasta el descanso. Unos y otros buscaban la manera de romper el partido y aunque la inspiración de Mariusz Jurkiewicz en el regreso a la que fuera su casa -anotó ocho goles en el primer tiempo- estuvo a punto de conseguirlo, un par de contras y otro par de buenas combinaciones entre Cutura y Serrano, consiguieron evitarlo. La ventaja de los antonianos en el descanso era de apenas dos goles.

Peor se pusieron las cosas para los locales en la reanudación, en la que siempre les tocó viajar a remolque. Muy a remolque, porque su rival se escapó de primeras, aprovechando la tensión que crearon en el banquillo albiazul un par de decisiones discutibles y discutidas de la pareja arbitral, hasta alcanzar una ventaja máxima de cinco goles a los seis minutos (18-23).

El Arrate se aferró a la necesidad para recortar distancias; y lo hizo de nuevo, cuando los navarros amenazaron con sentenciar, restableciendo el empate, por primera vez en muchos minutos (26-26), a poco más de diez para el final. Y ahí, cuando más cerca lo tenía, se le fue el partido: erró en el lanzamiento que le habría puesto por delante en el marcador y el equipo de Villaldea lo convirtió en un punto de inflexión. A Nikcevic se le volvió a soltar la mano y empujó a sus compañeros hasta el 28-35 final.

Un marcador que mantiene al San Antonio a sólo dos puntos del Naturhouse y que impide al Arrate respirar. Los cuatro puntos que le separan del Pilotes Posada y los complicados retos que afrontan ambos la próxima jornada -los eibarreses visitan al Barcelona y los gallegos al Valladolid- convierten la próxima cita en Ipurua, con ambos rivales frente a frente, en una auténtica final.

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