El 25 de octubre fue ayer declarado día festivo laboral en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa por el Parlamento de Gasteiz, con los votos a favor de PSE, PP y UPyD y el rechazo de PNV, Aralar, EA y EB. La iniciativa, presentada por el PP, busca «conmemorar» la aprobación del Estatuto de Gernika en 1979.

Hace 31 años, PNV, PSE, UCD, Euzkadiko Ezkerra y Partido Comunista se posicionaron a favor del Estatuto, mientras que Alianza Popular lo hizo en contra y Herri Batasuna defendió la abstención. Tal y como consideró ayer el parlamentario del PNV, Joseba Egibar, «es un auténtico sarcasmo que el PP, la continuación de la extinta Alianza Popular, que pidió a los vascos que votaran 'no' al Estatuto, ahora se sumen al consenso estatutario».

La decisión de marcar en rojo el día 25 de octubre en los calendarios, a cambio del Día del Padre del 19 de marzo, fue aprobada sin el consenso de los grupos políticos que recibieron mayor respaldo en las elecciones del pasado año, en las que, además, la presencia de la izquierda abertzale estuvo vetada. En esta línea se posicionó Mikel Basabe (Aralar) que destacó que la Cámara «nuevamente está dividida» con esta ley que pretende «vender como normal la anormalidad» porque «la minoría ha acordado cuál debe ser la fiesta de la mayoría».

Por su parte, Jesus Mari Larrazabal (EA) criticó la iniciativa del PP «porque no tiene ningún sentido celebrar un Estatuto que el Gobierno español no ha cumplido y nunca va a cumplir». Mikel Arana (EB) también rechazó el dictamen al considerar que la iniciativa «no buscaba el consenso».

Por otro lado, Bai Euskal Herriari denunció, en una nota, que «no hay nada que celebrar cuando más de la mitad de los alaveses, vizcainos y guipuzcoanos dieron la espalda al Estatuto». «El objetivo es dividir a Euskal Herria», por lo que el 25 de octubre «se suma a la lista de festivos impuestos» El sindicato LAB también criticó la iniciativa y la tildó de «sinsentido».