La canciller alemana Angela Merkel llamó ayer a mantener las tropas nacionales en Afganistán, ya que una retirada precipitada tendría consecuencias «más desastrosas que el 11 de setiembre», informaron AFP y Efe.

La mandataria realizó estas declaraciones ante el Bundestag para recalcar el apoyo gubernamental a sus tropas. Esta postura, sin embargo, dista cada vez más de una opinión pública hostil a la presencia Afganistán, donde otros siete soldados alemanes murieron este mes, elevando a 43 el número de bajas desde el despliegue de 2002.

Merkel tachó de «irresponsables» los continuos llamamientos a una retirada unilateral de las tropas alemanas. «Una retirada no planificada de Afganistán agravaría fuertemente los riesgos de que armas y materiales caigan en manos de extremistas», dijo.

Según una encuesta difundida el 15 de abril por la cadena ARD, un 70% de los alemanes demanda una retirada de sus tropas, mientras que sólo un 26% se declara favorable a mantener esa presencia.

Actualmente, Alemania es el tercer contribuyente con tropas en Afganistán detrás de Estados Unidos y Gran Bretaña, con unas 4.500 unidades sobre el terreno.