Las reacciones al documento presentado el sábado en Iruñea por la izquierda abertzale se siguen sucediendo. La apelación a ETA y al Gobierno español para que respondan de forma constructiva a la Declaración de Bruselas no ha dejado indiferente a ningún agente, a pesar de que ayer el ministro de Interior español, Alfredo Pérez Rubalcaba, intentó quitarle trascendencia.

La secretaria general de LAB, Ainhoa Etxaide, participó en la rueda de prensa en la que la izquierda abertzale dio a conocer las conclusiones de la reflexión interna realizada y consideró que hay «elementos nuevos» en la respuestas del resto de partidos. Según destacó, la izquierda abertzale tiene «claro» que el proceso democrático «no tiene alternativa», pero reclamó «compromisos» a todas las partes. «Esperamos que todos seamos conscientes de la importancia del momento, del posicionamiento de cada cual para poder construir compromisos colectivos», declaró.

Etxaide añadió que espera que haya iniciativas «por parte de todos para que podamos avanzar de forma determinante y definitiva en este proceso».

Desde el PNV, el presidente del GBB, Joseba Egibar, opinó en los micrófonos de «Info7 Irratia» que la «unilateralidad» de la declaración presentada en Iruñea la diferencia «cualitativamente» de anteriores propuestas.

Egibar dijo que este aspecto lo «condiciona todo en positivo, porque no espera a la existencia de determinados acuerdos y fases para tomar las decisión». El portavoz jeltzale en la Cámara de Gasteiz distinguió entre «la dirección» de la propuesta, «que es lo importante», y «lo que pueden ser los ritmos», donde abogó por «ser sensibles y coger el pulso a lo que la sociedad nos está indicando».

Por su parte, el dirigente de Aralar Patxi Zabaleta valoró de forma positiva el paso dado por la izquierda abertzale. Por la mañana, lo hizo como portavoz de NaBai en el Parlamento navarro y coincidió con Egibar al destacar la «unilateralidad» del documento.

Y por la tarde realizó declaraciones como coordinador general de Aralar, partido que hasta ayer no se había pronunciado, y dijo que la postura adoptada por la «otra sensibilidad» de la izquierda abertzale es un «paso importante».

«Inútil» para Rubalcaba

La apelación de la izquierda abertzale fue rechazada por el Gobierno español. El ministro de Interior señaló que es un «ejercicio inútil» analizar las declaraciones de la izquierda abertzale, porque la «democracia española lo ha hecho durante mucho tiempo y ahora toca pedir claridad: o convencen a ETA de que lo deje o rompen».

Representantes de PSE y PP también se posicionaron sobre el documento poniendo el énfasis en la cita electoral del año que viene. El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, aseguró que no ve «posibilidades reales» de que la izquierda abertzale pueda concurrir a las urnas. En su opinión, «puede ser un paso y para alguna gente lo puede suponer, pero en ningún caso es lo que estábamos y seguimos esperando».

Por el PP, la presidenta del Parlamento de Gasteiz, Arantza Quiroga, exigió al Gobierno español que se tomen las medidas necesarias para impedir que «personas que no condenan la violencia de ETA se cuelen en las instituciones trasladando el mensaje» de la organización armada vasca.