Durante la lectura del pregón de las fiestas de San Prudencio este año se ha hecho entrega de la Medalla de Araba al Club de Natación Judizmendi, que precisamente este año celebra su 75 aniversario.

Eduardo Arizti, presidente del club, y quien también aprendió a nadar en la «gran familia Judizmendi», fue el encargado de recibir la Medalla, pero deja claro que se trata de «un reconocimiento a todo el trabajo» de este veterano club.

¿Qué supone recibir un premio como éste?

La verdad es que es un honor recibir la medalla, es un premio a un trabajo realizado por muchas personas, por todo un equipo. El club va a cumplir 75 años, que parece poco, pero es un orgullo cumplirlos teniendo en cuenta que la natación es un deporte minoritario. La medalla no está dedicada a una persona, sino a un equipo que lleva muchos años en activo.

En definitiva, se trata de un reconocimiento a la labor de todas las personas que integran y trabajan por el club.

Así es. Nosotros calculamos que durante todos estos años hemos enseñado a nadar a 50.000 personas, en un club que habrá tenido más de 2.000 nadadores. Nosotros siempre hemos dicho que somos unas gran familia, la gran familia de Judizmendi.

Acostumbrados a ganar medallas, ¿qué tiene ésta de especial?

Los nadadores sí están acostumbrados a las medallas, pero ésta es muy especial. Las otras son méritos deportivos, lo cual es muy importante, pero ésta sólo se recibe una vez en la vida y encima está dedicada a todo el club. En mi opinión, es una medalla que está dedicada a todas esas 50.000 personas que han aprendido a nadar y han sido parte del Club de Natación Judizmendi.

Celebración tras celebración...

El próximo 5 de junio, por ejemplo, tenemos prevista una cena popular en la que intentaremos reunir, además de socios, a los antiguos nadadores del club. Más adelante, celebraremos un relevo popular 75x50, en el que 75 personas (75 aniversario) nadarán 50 metros cada uno.