El Partido Comunista Unificado de Nepal (PCUN, maoísta) inició ayer una huelga general indefinida para pedir la dimisión del Gobierno y la aplicación de los acuerdos de paz que deberían desembocar en la aprobación de una nueva Constitución. El balance ha sido la paralización casi absoluta de la capital, Katmandú, cuyas fábricas, oficinas e instituciones educativas permanecieron cerradas durante la jornada, informó la web NepalNews. Entre las demandas maoístas está la formación de un Gobierno de unidad nacional.